Empresas Excels

Francisco M. LópezFrancisco M. López es ingeniero de Gestión por la Universidad de Saint-Louis, de Bruselas, y autor, entre otros, del libro «Vender con Margen» publicado por Libros de Cabecera.

De un tiempo hacia aquí, leo muchísimos post, artículos y presentaciones donde el liderazgo centrado en las personas se ha convertido en el hilo conductor.

Y me alegro de ello, después de años predicando en el desierto.

Personas como Xavier Marcet y Javier García, con sus conceptos del Management humanista o Jordi Alemany con sus píldoras sobre liderazgo y su libro «Liderazgo Imperfecto» se han convertido en referentes importantes que muchos empresarios, emprendedores, ejecutivos, directivos de todas las edades, de todos los sectores de la economía comparten, escuchan y leen. Pero por desgracia muchos de estos incondicionales seguidores se quedan a medio camino y solo hacen eso. Compartir, escuchar y leer.

Decía Peter Drucker que los planes tenían que convertirse en trabajo duro, o se quedarían en simples planes.

Algunos ejecutivos no son los más interesados en promover esos cambios

Empresas ExcelsY eso es lo que suele pasar en muchas empresas. Los hábitos, los conflictos internos, las envidias, los miedos y la propia cultura de la empresa son elementos que desalientan cualquier intento de implantar esos cambios que muchos empresarios leen en libros, en periódicos, en revistas o escuchan con avidez en conferencias. Si bien es cierto que el principal freno suele ser el propio gerente, también debo reconocer que algunos ejecutivos, directores y responsables de departamento no son los más interesados en promover esos cambios por miedo a perder el control y el poder del que han disfrutado.

Podíamos pensar que las nuevas generaciones de ejecutivos serían personas más preparadas, más abierta, más atrevidas a la hora de promover esos cambios.

Pero no. La mayoría no solo no lo hacen sino que están inmersos en una burbuja de teorías sin consistencia.

Las escuelas de negocios no fomentan la gestión humanista, ni las relaciones personales, ni los debates contradictorios, ni la discrepancia, ni la rebeldía, conceptos sobre los que he escrito últimamente.

Una generación que tiene miedo a mirar a los ojos de su interlocutor

Empresas ExcelsSe está gestando una nueva generación de dirigentes incapaces de mantener una conversación de más de 15 minutos, sin que tenga que consultar su teléfono móvil. Una generación que tiene miedo a mirar a los ojos de su interlocutor. Una generación que no escucha para aprender, sino para contestar y defenderse. Una generación que se siente incómoda ante cualquier crítica y que no entiende de empatía, más allá de sus propios egos, de sus propias ambiciones y de sus hojas de Excel.

De hecho, estamos creando empresas sin ánima, empresas excels.

Jóvenes sobradamente preparados que viven con mucha incomodidad una crítica

Con cierta frecuencia descubro actitudes de “despotismo ilustrado” cuando me toca tratar con ejecutivos formados en esas altas escuelas de negocio. Unos jóvenes sobradamente preparados que viven con mucha incomodidad una crítica o una opinión diferente que les obligaría a cuestionarse sus bases y salir de esas zonas de confort construidas a partir de los dogmas de la Business School de turno.

Nada, absolutamente nada les prepara para vivir la realidad humana de la empresa.

Con esta base es fácil entender porqué muchos de esos ejecutivos Excel que asumen puesto de responsabilidad acaban adquiriendo actitudes totalitarias.

La reacción de la nueva dirección se asemejó a la de un grupo de ‘hooligans’ de un equipo de fútbol

Empresas ExcelsHace poco viví una experiencia desagradable, después de expresar una crítica, constructiva, sobre un tema publicado. La reacción de la nueva dirección, jóvenes ejecutivos vestidos de Armani, se asemejó más a un grupo de ‘hooligans’ de un equipo de fútbol que de responsables de empresa.

Preocupa ver cómo este prototipo de ejecutivo, acaba actuando de espaldas a todos aquellos modelos humanistas que aplauden con efusión, que comparten siguiendo la tendencia general, intentando obtener visibilidad cibernética aunque sean conscientes que nunca lo aplicarán.

Hay un aspecto que caracteriza estos ejecutivos Excel que viven en su burbuja. Cada día, acaban perdiendo el contacto con la realidad de un mercado formado por personas.

En ocasiones me encontré con directores comerciales que nunca habían visitado a los clientes, o directores de compras preferían recibir a sus proveedor en lugar de visitarlos.

Cuanto mayor es la empresa, menor es el contacto con la realidad. El Excel acaba aguantando todas las teorías, justificando todas las decisiones. Lo acaba aguanto todo, menos la realidad.

Se impone a menudo la ley del más fuerte

Empresas ExcelsLos consejos de dirección suelen ser la hoguera de la vanidades, dónde cada uno barre para su casa, intentando justificar sus acciones y sus decisiones, buscando un culpable externo en lugar de exponerlas para compartir el análisis y aplicar las mejores soluciones. Se impone a menudo la ley del más fuerte.

Las guerras entre  los diferentes departamentos no son más que la consecuencia directa de una mala comunicación interna. Con frecuencia, estos consejos se convierten en un intercambio de reproches entre esos departamentos. El corporativismo que se instala y  acaba inevitablemente creando círculos de incompetencia que conducen al canibalismo empresarial.

Se trata de asegurar el éxito del propio departamento 

Las decisiones ya no se toman pensando en cómo mejorar la empresa. Se toman para asegurar el éxito del propio departamento dedicando horas a crear fantásticos Power Point para justificar sus cualidades en lugar de llevarlas a la práctica.

Las empresas son el reflejo de sus dueño, de sus CEOs y de la cultura que han sido capaces de implantar. Decía Drucker que la cultura se come la estrategia en el desayuno. Una cultura egocéntrica y toxica destruirá cualquier estrategia humanista que se pretenda implantar.

búsqueda del propósito en la empresaLas empresas son mucho más que frías cuentas de resultados. Las empresas nunca van a caber en un Excel, ni en un business plan.

Motivar para extraer lo mejor de cada cual

Las empresas son personas que deben ser lideradas, motivadas, apasionadas para que saquen lo mejor de ellas mismas. Y eso no se enseña en ni en un libro ni en una conferencia ni en un seminario.

Eso se lleva dentro. O lo tienes o no lo tienes. 

Artículo publicado en Diario16 y reproducido con permiso expreso de su autor.

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