Flexibilidad y sincronización: las claves logísticas de Sprinter

centro logístico de Sprinter en AlicanteComo la relojería de precisión. Así funciona la plataforma logística que Sprinter tiene en el alicantino polígono industrial de Las Atalayas, levantado en una parcela de 160.000 metros cuadrados y en el que operan más de cuatrocientos profesionales.

Orden y sincronización

Las instalaciones no solo sorprenden por su envergadura, sino también por su orden y sincronización, «elementos indispensables para conseguir la eficiencia logística», nos explica Raúl Sánchez, director de Operaciones del centro que nos acompaña en la visita a este excepcional escenario en el que se mueven miles de cajas a diario. En la pasada campaña de rebajas, el centro gestionó el envío de un millón de unidades en la primera semana.

centro logístico de Sprinter en AlicanteEl sistema dispone de veinticinco muelles de recepción, la mayoría de ellos habilitados para la descarga de camiones, cuyas mercancías llegan en palés. Pero a la plataforma también llegan contenedores procedentes de los puertos de Alicante y de Valencia, que reclaman la extracción del género a mano, pues la eficiencia del transporte, para optimizar el volumen, impide el uso de esas bases estructurales de carga. «Previamente existe una labor de programación -comenta Raúl-, a fin de organizar la llegada coherente y coordinada de mercancía para evitar cualquier colapso».

La mercancía es identificada y verificada mediante la lectura del código de barras bajo el sistema EDI

centro logístico de Sprinter en AlicanteTras llegar a las naves de Iberian Sports Retail Group (donde se gestionan los productos que permitirán abastecer tanto a las tiendas de Sprinter en España como las de Sport Zone en Portugal), la mercancía es identificada y verificada mediante la lectura del código de barras bajo el sistema EDI. Cualquier incidencia detectada provoca que la caja en cuestión sea revisada para la resolución del problema, al margen de los controles aleatorios que a lo largo del proceso se realizan.

centro logístico de Sprinter en AlicanteLas cajas que contienen los artículos, que desde su desembarque en la plataforma inician un largo recorrido por cintas transportadoras, desembocan en lo que podríamos denominar como la joya de la corona de el centro logístico de Sprinter. Se trata de un inmenso almacén automatizado, de cincuenta metros de ancho y cien metros de largo, distribuidos en hasta diecinueve pasillos en los que operan unos robots que, sin descanso, circulan por los mismos a considerable velocidad organizando el stock. Lo que más impresiona posiblemente al privilegiado visitante son los veintidós metros de altura de esa estructura, pese a no ser la mayor de las dimensiones de ese equipamiento.

Edificación sobre una plataforma de metro y medio de hormigón

Tanto Raúl como Sergio Morales, director de ‘Fulfillment’ del grupo, ponen en valor esta auténtica obra de ingeniería, donde cada detalle cuenta. La estructura de aluminio difícilmente soportaría mayor altura sin poner en riesgo el correcto funcionamiento de esos extraordinarios robots, ante las eventuales vibraciones provocadas por el balanceo en su actividad. Para evitar las mismas, la edificación de este excepcional almacén, construido en 2012, requirió una plataforma de metro y medio de hormigón, «por lo que ésta es la zona más segura si se produce un terremoto», comenta Sergio con buen humor, al tiempo que advierte que si sobre el suelo se vierte cualquier líquido se puede comprobar que éste no se desplaza.

centro logístico de Sprinter en AlicanteHabitualmente, ese inmenso espacio está despojado de todo vestigio humano. Los robots son los dueños absolutos de esa nave que suele estar operativa las veinticuatro horas del día, alojando mercancía y redistribuyéndola o extrayéndola según las necesidades que reclama el servicio. «Quienes más frecuentan esta nave son los responsables de mantenimiento, para controlar que todo el sistema discurre con absoluta normalidad», declara Sánchez, quien también nos informa que entre esos técnicos se hallan profesionales especializados en trabajos verticales, «pues si se produce alguna incidencia en altura puede resultar necesario tener que escalar hasta el punto donde reside el problema».

Localización del género requerido

En ese gran almacén se alojan las cajas cuyo contenido es homogéneo (zapatillas de un determinado modelo y número, por ejemplo). En el momento en el que una de las tiendas de Sprinter o Sport Zone necesita atender un pedido, el sistema se pone en marcha para localizar el género requerido, con lo que esos robots acuden al lugar en el que se halla la mercancía en cuestión para su extracción e inmediato envío, mediante cinta transportadora, hacia otra de las fases logísticas de la plataforma de Iberian Sports Retail Group.

centro logístico de Sprinter en AlicanteDe manera automatizada y totalmente controlada, las cajas llegan hasta los operarios que distribuirán el contenido en unas bandejas móviles en función de las instrucciones mostradas en el monitor. Se extraen el número de unidades de cada caja hasta completar el ciclo. Las cajas que se vacían se derivan hacia el sistema de recuperación de las mismas para su posterior uso mientras que las que todavía conservan género vuelven a precintarse y se envían de nuevo al almacén para su recolocación en el mismo. Cuando la caja aparece deteriorada o el contenido es mínimo, se opta por el uso de cubetas, también presentes en ese inmenso almacén robotizado.

Distribución automatizada

centro logístico de Sprinter en AlicanteA partir de ahí, las bandejas con las unidades de producto prosiguen el circuito. En su camino les aguarda un sistema identificativo que, de manera automática, va distribuyendo cada artículo en el cajón que le corresponde. Estos cajones están relacionados con el pedido a satisfacer por cada una de las tiendas, figurando en el mismo un marcador electrónico en el que, en tiempo real, aparece el número de unidades de que se compone el pedido y la cifra de artículos que ya han llegado a ese destino. Una vez completado el pedido, se activa un aviso para que el operario en cuestión cierre la caja y dé curso definitivo para su envío al punto de venta.

«Una de las claves de este sistema logístico reside en su flexibilidad -destaca Sergio Morales-, pues hemos sido capaces de aprovechar esta infraestructura para dar servicio a las ventas online». Fue precisamente durante el confinamiento, cuando el ecommerce experimentó una gran expansión, cuando Sprinter decidió adaptar esas instalaciones para atender las compras realizadas a través del comercio electrónico. En este caso, la diferencia reside en que los pedidos son más numerosos pero con una cifra mucho menor de artículos. Aunque la eficiencia es la misma, en este caso existen variaciones para la organización de ese picking. Basta decir, no obstante, que el sistema cuenta con hasta 850 puntos de salida para garantizar que los consumidores obtendrán su pedido en el menor plazo posible. «Siempre estamos estudiando fórmulas para recortar tiempos», admite Raúl, quien también manifiesta que la empresa incentiva a aquellos profesionales que aportan propuestas de mejora del sistema.

«Tanto nuestros clientes como nuestra competencia se sorprenden de cómo conseguimos satisfacer los pedidos de manera tan rápida»

centro logístico de Sprinter en AlicanteEl número de empleados en el sistema logístico varía según las etapas comerciales a abordar, apoyándose a menudo en empresas de trabajo temporal para atender los picos de demanda. Aun así, las campañas de Navidad, rebajas o Black Friday se abordan de manera anticipada y debidamente programada, para asegurar el suministro en los establecimientos de Sprinter y Sport Zone. «Pero también de la actividad online. Tanto nuestros clientes como nuestra competencia se sorprenden de cómo conseguimos satisfacer los pedidos de manera tan rápida», señala Sergio Morales.

Al margen de la rapidez, la eficiencia es importante en el comercio electrónico. Tanto Raúl como Sergio manifiestan que la mayoría de las devoluciones se realizan en los puntos de venta físicos. «Es la opción preferible -declara Sánchez-, tanto porque de este modo el consumidor acude a la tienda con la posibilidad de realizar alguna compra adicional como porque, de este modo, evitamos el impacto que supone el traslado del género a nuestras instalaciones, tanto a nivel de coste económico como de sostenibilidad». De este modo, la mercancía que regresa a la plataforma logística de Las Atalayas procedente del ecommerce es residual, aunque, en este caso, el producto, una vez llegado al centro, se verifica y para a formar parte del stock del mismo de nuevo para su comercialización.

centro logístico de Sprinter en AlicanteLas expediciones de la mercancía también están convenientemente organizadas. Los pedidos de cada tienda se agrupan en palés del mismo modo que se aglutinan las entregas por rutas coordinadas, de tal modo que, al llegar el camión correspondiente, la mercancía que se carga primero en el mismo es la que deberá ser extraída del vehículo en último lugar, para optimizar el servicio. Lo mismo ocurre con los contenedores que habrá que preparar para su expedición a Canarias, Madeira o Azores y que cuentan con muelles específicos, al igual que, también, las rutas de Portugal tienen dos salidas distintas: al Norte o al Sur del país luso.

Servicio impecable, preciso y flexible

centro logístico de Sprinter en AlicantePorque todo es orden en ese inmenso centro logístico de Iberian Sports Retail Group del polígono Las Atalayas. «Sin observar un mínimo orden, esta eficiencia no sería posible», declara Raúl Sánchez mientras acabamos de recorrer estas instalaciones donde, incluso los aperos de limpieza, aparecen escrupulosamente colgados en un panel semejante al que podemos hallar en un taller de carpintería o de reparación de vehículos, con cada «herramienta» en el lugar en el que le corresponde. Un orden necesario para un servicio impecable, preciso y flexible, como demanda el mercado y el consumidor del Siglo XXI.

 

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