El sector deportivo asiste con preocupación a las últimas noticias divulgadas en torno a la posible suspensión de las principales competiciones a causa del coronavirus. Sobre los Juegos Olímpicos de Tokio, que se tienen que disputar este verano, se especuló sobre su aplazamiento (cuando no su suspensión) si la epidemia provocada por el Covid-19 no remite. De momento, el Comité Olímpico Internacional decidió ayer mantener el calendario previsto. A título anecdótico, muchos recuerdan ahora que Madrid se postuló para acoger esta cita olímpica en su día…
Mientras, la Eurocopa de fútbol, también programada para este verano y, por primera vez, en múltiples sedes, ve amenazada en este momento su celebración. De momento, el balompié ya se ha visto afectado en las ligas suiza e italiana, con partidos suspendidos y otros disputados a puerta cerrada (también este martes el Real Madrid de baloncesto disputó en Milán su encuentro de Euroleague sin público, al tiempo que el cierre de fronteras por parte de Turquía a quienes proceden de un país afectado pone en jaque la máxima competición del deporte de la canasta en el Viejo Continente). Hoy el Valencia Basket también afronta su compromiso continental sin público. La Uefa Champions League se ha visto igualmente alterada, pues la visita del Atalanta a Valencia hará que el partido de vuelta de octavos se dispute a puerta cerrada. Tampoco escapa de esta circunstancia el Getafe, cuyo partido ante el Inter de Milán en la Europa League no le permitirá beneficiarse de la generosa taquilla que se preveía al celebrarse el partido sin público.
Incierto arranque de la Fórmula 1
El motor es uno de los más afectados en el ámbito del deporte. En este momento se ignora si el primer Gran Premio de Fórmula 1 podrá disputarse en Australia el 15 de marzo. Sí se sabe que el de China, previsto para el 19 de abril, tendrá que posponerse. En motociclismo, el Gran Premio de Tailandia ya ha visto aplazada su celebración después que en Qatar se haya cancelado la disputa de la categoría MotoGP.
Asimismo, se ha sabido que la sede europea de Nike, situada en Hilversum (Holanda), ha estado clausurada dos días tras detectarse un caso de coronavirus en un empleado. En dicha sede operan 2.000 profesionales de 80 nacionalidades. Siguiendo las normas de la Organización Mundial de la Salud, el empleado afectado ha quedado en cuarentena en su casa durante un par de semanas. Cabe recordar que tanto esta sede europea como la central en Beaverton fueron desinfectadas por Nike durante el pasado fin de semana.
La Bolsa reacciona pero no para Under Armour o Skechers
Este martes, las bolsas rompieron la tendencia a la baja de los últimos días y las empresas cotizadas experimentaron en general crecimientos, incluidas las de deporte como Adidas, Puma o Nike. Under Armour, sin embargo, continuó acusando pérdidas en las primeras horas y a media sesión retrocedía un 4,40%. Peor trayectoria la de Skechers, que a mediodía en Estados Unidos perdía casi el 8%, lo que supone una caída superior al 20% respecto a cuatro semanas atrás.
Por su parte, la Reserva Federal (el banco central estadounidense) ha rebajado medio punto los tipos de interés a causa del impacto del Covid-19 ante el temor a que la epidemia pueda causar una caída de la economía. La medida, inusual, se produjo después que la Bolsa de Nueva York hubiera experimentado un retroceso como no lo había hecho desde 2008. Algunos expertos consideran esta enfermedad como el mayor peligro para la salud de la economía mundial desde la Gran Recesión.
Posible recesión en la zona euro
De hecho, varias compañías, incluidas las del sector deportivo y de la moda, han rebajado sus expectativas de crecimiento a la vista de cómo está repercutiendo el coronavirus en la cadena de abastecimiento y en la confianza de los consumidores. De hecho, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) ha rebajado del 2,9% al 2,4% la previsión de crecimiento de la economía mundial a causa del coronavirus. Este organismo, además, no descarta que si la epidemia se extiende el crecimiento de la economía global podría verse reducido al 1,5%, con varias economías entrando en recesión, incluyendo Japón y la zona euro.
