El Corte Inglés se enfrenta a nuevos retos. Distintas informaciones han confluido en los últimos días y dibujan un paisaje agitado para los grandes almacenes.
En primer lugar, el resultado de las elecciones sindicales celebradas recientemente auguran consecuencias. Los comicios han otorgado un 43% de la representación a la central Fasga, que ha obtenido 665 delegados, por delante de Fetico, con 537 y un 34% de representatividad. UGT y CC.OO. se han repartido a partes iguales el 22% restante.
Aumento salarial del 20% en 4 años
Cabe señalar que la central sindical ganadora reclama un importante alza salarial. Si bien los cuatro sindicatos exigen incrementos de un mínimo del 18% a partir del próximo 1 de enero, Fasga es la que presenta una propuesta más ambiciosa, en concreto del 20%. Así lo revela El Economista, que afirma que el planteamiento de Fasga es que los sueldos experimenten un aumento del 6% en cada uno de los dos próximos ejercicios y que, en los dos años posteriores, se añadan sendos incrementos del 3%.
Otros retos a los que se enfrenta de inmediato El Corte Inglés reside en su pérdida de presencia en el escenario comercial. Los grandes almacenes verán minorado su número de centros en el futuro inmediato.
Venta de un edificio de Valladolid
Por una parte, el operador ha vendido su céntrico edificio de Valladolid, en la calle Constitución, a una empresa inmobiliaria, según informa El Norte de Castilla. El Corte Inglés tiene previsto reubicar sus 172 empleados en otros centros de la cadena.
Pero, además, los grandes almacenes se enfrentan a la posible desaparición (ni que sea parcial) de uno de sus centros en la capital española. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha rechazado el recurso de apelación presentado por el operador contra la ejecución de una sentencia del Supremo que le insta a derribar parcialmente el centro del Campo de las Nacionales, al haber rebasado en 11.300 metros cuadrados la edificabilidad permitida.
El centro de Méndez Álvaro será demolido
Se trata de una batalla judicial iniciada en 2012 a raíz de la demanda de un particular, después que El Corte Inglés se negara a alcanzar un acuerdo privado. La compañía llegó a un acuerdo con el ayuntamiento de la capital por el que le cedía algunos edificios a cambio de incrementar la edificabilidad en algunos de sus centros, entre los cuales se halla el de Méndez Álvaro, cuya demolición ya está decidida.
