Según la Organización Mundial de la Salud, la población infantil y adolescente, desde los 5 hasta los 18 años, debería realizar un promedio de 60 minutos diarios de actividad física moderada o vigorosa para mejorar su salud física y mental. Sin embargo, al analizar informes como el presentado por el Grupo de Investigación Psicosocial en el Deporte del INEF de Madrid (Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid), el Consejo COLEF y Fundación MAPFRE muestra cómo se está siguiendo esta pauta de salud.
Algunas claves del estudio
El objetivo del informe «Actividades físicas y deportivas para las adolescentes: Necesidades, barreras y recomendaciones» es mejorar las oportunidades de práctica físico-deportiva de las adolescentes en España. Para analizar la realidad que enfrentan estas chicas se realizó una encuesta a 3.578 escolares entre 12 y 16 años en Educación Secundaria Obligatoria.
Algunos de los resultados que obtuvieron fueron:
- Solo el 23% de las chicas de Secundaria alcanza el nivel de actividad física recomendado por la OMS, frente al 49% de los chicos.
- El 20,6% de las chicas no hace ninguna actividad física y deportiva al margen de la asignatura de educación física, frente al 9,2% de los chicos. Un 40% de ellas pasea para evitar el sedentarismo.
- Las adolescentes principalmente quieren divertirse con las amigas haciendo deporte. La competición solo es motivante para una minoría.
- Los espacios de práctica físico-deportiva están ocupados mayoritariamente por los chicos.
¿Dónde están las barreras que encuentran las chicas?
Al igual que veíamos en informes y estudios realizados con adultos, la principal barrera, tanto para chicos como para chicas a la hora de practicar deportes, es la falta de tiempo. En su caso, se debe a los deberes escolares.
Las adolescentes, en concreto, refieren a mayores barreras contextuales como son el déficit de lugares o amigas con quienes hacer actividad física, así como menor oferta enfocada a sus preferencias. Además, se han observado otras barreras intrapersonales, por ejemplo las vivencias físico-deportivas previas o la seguridad en sí mismas a la hora de la práctica deportiva.
Entonces, qué hacen y qué les gustaría
La práctica principal de las chicas son el baile (un 15%) y el paseo (9,1%), ambas actividades al margen del sistema deportivo. El baloncesto (8,8%), voleibol (8,6%) y fútbol (7,3%) son las siguientes actividades físico-deportivas que practican.
A la hora de preguntarles cuáles son sus principales motivaciones a la hora de practicar actividades físicas, todos buscan divertirse, estar en forma y ocasionalmente reseñan una mejora en su salud mental. Sin embargo, 7 de cada 10 chicas de Secundaria presenta necesidades no atendidas de actividad, es decir, no hacen, pero les gustaría hacer alguna, o ya hacen, pero querrían hacer otras diferentes.
Ante estos datos, ¿cómo promover la práctica físico-deportiva de las adolescentes?
Este estudio dirigido por María Martín Rodríguez, directora del Grupo de Investigación Psicosocial en el Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid, recomienda ampliar la oferta de actividades, fomentar que disfruten y se diviertan con amigas por encima de la competición o el rendimiento.
Además, el estudio propone acciones estratégicas para mejorar las oportunidades:
- Generar una oferta más acorde a sus intereses recreativos, expresivos y de ejercicio
- Incorporar espacios propios «solo chicas» para empoderarlas. Actividades seguras, más amables para las chicas y para las profesionales que las dirigen, en las que no haya que estar constantemente poniendo límites y reconduciendo porque los chicos invaden y se apoderan.
- Los centros concesionales como ventana de oportunidad.
- Ampliar la oferta de práctica formal extraescolar en los centros escolares.
- Programas de actividad físico-deportiva extraescolar en espacios deportivos del centro escolar.
- Deporte como alternativa de ocio saludable el fin de semana.
- Más espacios urbanos naturales y de movilidad sostenible, amigables para las chicas que favorezcan la convivencia, la salud y el bienestar.
