Para gustos, colores

Jordi Tarragona, coach en empresa familiarJordi Tarragona es consejero de familias empresarias y abogado; profesor de Empresa Familiar en ADE Universitat Central de Catalunya y coautor del libro “Los Aristegui: una familia, una empresa”, publicado por Profit Editorial.

«Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orion. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser». Con estas palabras empieza el diálogo final del replicante Roy Batty en Blade Runner. Sin llegar a estos extremos, lo mismo podría decirse en relación a algunos casos de familias empresarias a las que he ayudado.

Techos de cristal para los no familiares, y exclusión de familiares del trabajo en la empresa

Desde la unidad más grande, del diálogo sincero sobre los temas de familia empresaria al tabú de estos, de la valentía para superar los conflictos a mantenerlos enterrados. He visto familias en las que los añadidos son tratados como apestados en relación a la empresa familiar y otras en las que son invitados a incorporarse sin análisis. Retribuciones claramente por debajo o por encima del mercado, igualitarismos –incluso en los vehículos del director comercial y de producción-, y retribuciones en función de responsabilidades y resultados según mercado. Techos de cristal para los no familiares, y exclusión de familiares del trabajo en la empresa.

Jordi Tarragona reflexiona sobre las consecuencias económicas del coronavirusFamilias empresarias multigeneracionales que respetan las normas establecidas de palabra por los fundadores, y otras con protocolos elevados a los estatutos y que acaban en los tribunales. Protocolos hechos por la familia con diálogo y revisados de forma periódica, y otros encargados a despachos y que nadie sabe dónde están.

Predecesores que hacen poda para evitar desavenencias graves

Familia empresarias que por un exceso de confianza o una falta de diligencia relajan los controles, dando oportunidad a traidores; y otras tan desconfiadas que limitan su crecimiento. Consejos de administración en los que está mal visto tomar notas y otros en los que se envía información con antelación. Predecesores que hacen poda para evitar desavenencias graves y otros que dice “ya se las arreglaran cuando yo falte”. Los que quieren dejarlo todo atado y bien atado, y los que no hacen ninguna previsión.

Hay de todo en la viña del Señor. Los extremos suelen ser lo que más llaman la atención, y es el centro la que debería servirnos de guía. Porque entre e blanco y el negro hay muchos tonos de gris; en el punto medio está la virtud. Por lo tanto, yo lo tengo muy claro, puedo dar opinión y consejo, pero las decisiones corresponden a las familias empresarias; porque para gustos, colores. 

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