Mejora la toma de decisiones redefiniendo tus incentivos

Oriol López Villena consultorOriol López Villena es asesor de empresas y profesor de la Universitat Pompeu Fabra-Barcelona School of Management.

meme startups oriol lópez villenaMe explicaba un empresario hace unos días que un buen amigo suyo dirige una empresa que, pese a tener un buen producto y unos buenos clientes que lo hacen crecer cada día, seguía perdiendo dinero y estaba endeudado. Su diagnóstico es que necesitaba un acompañamiento experto y nuevos inversores que lo ayudaran a poner orden en sus operaciones y finanzas. No lo veo así, yo.

Su caso, salvando las distancias, me recordó a lo que cuentan Daron Acemoglu y James A. Robinson en su magnífico libro «Por qué fracasan los países» sobre la evolución de Ghana después de su independencia del Reino Unido. El país africano siguió su camino de decadencia, pese a estar rodeado de buenos asesores, como el economista Tony Killick o el premio Nobel Sir Arthur Lewis. El problema, pues, no era la ignorancia, sino los incentivos que tenía el presidente del gobierno, Kwame Nkrumah, más ligados a crear una industria estatal pensada para comprar apoyo político y así sostener su régimen, que para la prosperidad de sus conciudadanos.

Rodearte de gente buena es una condición necesaria, pero no suficiente

Nos gusta repetir que debemos rodearnos de un buen equipo, que nos permita decidir con mejor información, pero después nos sorprendemos cuando no obtenemos los resultados deseados. La respuesta sería simple (que no fácil): rodearte de gente buena es una condición necesaria, pero no suficiente.

El éxito de una empresa recae, no sólo en el conocimiento, sino también en la toma de decisiones; y sobre éstas influyen factores que no hablan de conocimientos, sino de incentivos. Un empresario que se mueve sólo por ego tendrá muy difícil delegar, por el simple hecho de que querrá estar presente en todo lo que se hace; al igual que un empresario que no tiene vida fuera de la empresa terminará convirtiéndose en adicto al trabajo, porque no sabrá hacer otra cosa. Piénsalo, ¿qué movía las últimas decisiones que has tomado?

Redefinir incentivos

confinamiento en época de coronavirus y replanteamiento profesionalEl ‘meme’ que encabeza este artículo es un ejemplo de ello. Muestra cómo muchas startups están más centradas en mejorar su producto que en hacer que el negocio se convierta en rentable, y eso las hace más débiles, a pesar de que estén premiando su ego con nuevos inversores e influencia en las redes sociales. Me gusta utilizar este ‘meme’ con empresarios que están en momentos decisivos de su historia, porque les ayuda a redefinir sus incentivos y tomar decisiones alineadas con éstos, de modo que logren sus objetivos.

Por eso, antes de tomar ninguna decisión estratégica, hazte dos preguntas:

  • ¿Cuál es el incentivo que mueve mis decisiones?
  • ¿Está este incentivo alineado con mi objetivo?

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