Las 5 «P» de la empresa familiar

Jordi Tarragona, coach en empresa familiarJordi Tarragona es consejero de familias empresarias y abogado; profesor de Empresa Familiar en ADE Universitat Central de Catalunya y coautor del libro “Los Aristegui: una familia, una empresa”, publicado por Profit Editorial.

En la empresa familiar hay una serie de cinco puntales para garantizar al máximo su continuidad. Son: Paciencia, Parlar, Profesionalizar, Puerto de destino y Planificar.

Paciencia es lo primero que hace falta para gestionar una familia empresaria, porque el ordeno y mando hoy ha perdido mucha fuerza, en la empresa y en la familia. Se ha de convencer, cuando no enamorar, para conseguir la implicación. Las escalas de prioridades nuestras y de los demás pueden diferir. ¡Hay uno que dijo “¡Dios mío, dame paciencia, pero dámela ya!!”.

Los silencios también hablan

Parlando se entiende la gente. Y en el parlar no cuenta lo que dices, sino lo que el otro entiende. Y puede ser más importante cómo se dije que lo que se dice. Tenemos dos orejas y sólo una boca, para escuchar el doble de lo que hablamos. Y tenemos que escuchar de forma empática, es decir comprendiendo al otro. Y también hemos de escuchar con los ojos, porque la comunicación no verbal puede decir muchas cosas. Los silencios también hablan.

empresa familiar, donde empresa es lo sustantivo y familiar lo adjetivoProfesionalizar la empresa familiar no quiere decir que la familia no pueda trabajar, dirigirla o gobernarla. Ser familiar y profesional no están necesariamente reñidos, aunque tampoco garantizados. Profesionalizar la empresa familiar quiere decir que los criterios de acceso, la retribución y promoción sean profesionales. Que los sistemas de información, control y decisión sean como si la empresa no fuese familiar. Y que los órganos empresariales (comité de dirección), mercantiles (junta y consejo) y familiares (asamblea y consejo) sean adecuados a sus dimensiones respectivas (no es lo mismo una empresa de uno que cien millones, ni una familia de cinco o cincuenta y cinco) y tengan un funcionamiento profesional.

«No hay viento favorable para quien no sabe cuál es su puerto de destino»

Puerto de destino claro y compartido es otro de los pilares para el éxito de la empresa familiar. ¿Dónde estamos? ¿Dónde queremos ir? Como dijo el gato a Alicia “si no sabes dónde quieres ir no importa que camino cojas”, o como dijo Séneca “no hay viento favorable para quien no sabe cuál es su puerto de destino”,

Planificar como haremos el camino, sabiendo que habrá imprevistos. Teniendo en cuenta a todos los interesados. Nadie se plantea subir al Everest sin planificación, y además se suele hacer el ascenso con la ayuda de un sherpa que sabe dónde se pisa. En la planificación se establecen hitos con calendario, y se analizan los medios necesarios para alcanzar el éxito. Planificar sin ejecutar es papel mojado. Y entre las cosas que hay que planificar está el relevo y la continuidad o discontinuidad.

Estos cinco puntales que son la paciencia, el parlar, la profesionalización, el puerto de destino y la planificación permiten construir un puente que llevará a la perduración del proyecto de la familia empresaria.

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