La consultora Emma Giner puso el colofón a la XX Jornada Retail de Comertia celebrada el pasado 8 de noviembre en Cosmocaixa, en Barcelona. Esta profesional quiso hacer hincapié en la evolución que están experimentando las organizaciones, los modelos de negocio y las maneras de trabajar, lo cual reclama de las empresas un cambio de perspectiva para llevar a cabo su actividad y alcanzar sus objetivos.
El 88% de los perfiles manifiestan un aumento voluntario de la rotación
Giner inició su exposición aludiendo al fenómeno norteamericano de la Gran Renuncia, del que empezó a hablarse en octubre de 2021 y que, de algún modo, ha ido extendiéndose en nuestra sociedad, con distintos tipos y grados de impacto. Emma advirtió que, el pasado mes de junio, este factor afectaba ya al 20% de los trabajadores en Estados Unidos, sobre todo de la primera línea. Pero también añadió que el 88% de los perfiles manifiestan un aumento voluntario de la rotación, especialmente entre los más jóvenes: las generaciones Y y Z.
«Asistimos a una nueva necesidad de entender la alineación de la vida laboral y privada», manifestó la consultora, quien recordó que el dinero era el factor dominante en las organizaciones del siglo XX, en un circuito cerrado y continuo en el que intervenían las empresas, el mercado de bienes de consumo, los hogares y los factores de producción. «En ese escenario, todo era muy cuadriculado y el ritmo era muy lento, lo cual permitía la reorganización» ante cualquier disfunción. El producto resultaba clave y el propósito residía en mirar de optimizar el margen.
«¿Y si la economía fuera algo que ayudara a las empresas a prosperar?»
En la actualidad, en un mundo en el que se ha evolucionado de la atención al cliente a la experiencia de cliente y en el que han irrumpido con fuerza las redes sociales, el planteamiento es otro muy distinto. Para Emma Giner, la crisis de Lehman Brothers de 2008 significó la gran transición a «un escenario de democratización, digitalización y libre circulación de personas e ideas». Y la teoría del donut elaborada por Kate Raworth ilustra a la perfección esa transformación, donde las personas y el medio ambiente pasan a ser los factores predominantes. «¿Y si la economía fuera algo que ayudara a las empresas a prosperar?», se preguntaba Raworth; entendiendo como prosperar la capacidad de generar crecimiento sostenible.
«Ahora el modelo de negocio tiene un eje en el que recopilo datos e información y las convierto en ideas y en acciones para desarrollar productos y servicios. El producto sigue siendo importante, pero ya no es lo único importante y diferenciador», subrayó Emma, para quien resulta sumamente importante conseguir el compromiso del equipo humano. «Si no incorporamos al equipo a nuestra estrategia no puede prosperar».
4 generaciones, 4 estructuras laborales
Llegados a este punto, Emma expuso las distintas estructuras laborales a las que nos hemos habituado en función de la generación a la que pertenecemos:
• Baby Boomers (1946-64): Estructura jerárquica. El modo de actuar responde al modelo: «Hago lo que me diga mi jefe».
• Generación X (1965-76): Estructura horizontal. Suele seguir la siguiente pauta: «Hago aquello definido en mi perfil laboral».
• Generación Y (1977-92): Estructura plana. El comportamiento se ajusta a: «No me importa mi perfil laboral».
• Generación Z (1993 en adelante): Estructura holocrática. Su modelo se define como: «Mis talentos y yo».
«La crisis actual no es el resultado de un virus, sino de la desconexión de la gente»
«No existe una estructura mejor ni peor. Todas son válidas, Hay que buscar un hilo conductor donde todo el mundo se ponga de acuerdo y se sienta cómodo», declaró Emma, quien también apuntó que «la crisis actual no es el resultado de un virus, sino de la desconexión de la gente».
4 retos
Ante este panorama, la consulta propuso cuatro retos:
Reto 1: La primera línea. Reinventando los roles operacionales. «Ahí la narrativa y el propósito resultan clave. Debemos convertir nuestra gente en artesanos de sus roles», reivindicó Giner.
Reto 2: Un entorno que encaje para todo el mundo. El poder del «tercer puesto» «Es necesario favorecer la comodidad en el lugar de trabajo. Hacer la vida mejor», recomendó Emma, aludiendo a turnos, horarios, modalidades contractuales.
Reto 3: La estructura adecuada. Depende de tu ADM como organización. «el organigrama es solo un mapa, pero el mapa no es el territorio», advirtió la consultora, haciendo hincapié en la necesidad de reforzar la comunidad.
Reto 4: Mejoras financieramente sostenibles. El impacto en la cuenta de resultados. «Hay que considerar nuevos KPIs, más allá de las ventas, como por ejemplo la reputación de la marca -apuntó Emma-. Resulta difícil crear bonus ante la incertidumbre del presupuesto. Hay que pensar en beneficios de alto impacto emocional y bajo impacto financiero».
«Sólo con personas auténticas se crean organizaciones y negocios auténticos»
La consultora culminó su exposición manifestando que «tenemos que reconectar con la gente y cocrear para prosperar. Sólo con personas auténticas se crean organizaciones y negocios auténticos», modelos que están consiguiendo ser relevantes, memorables y sostenibles en todos los sentidos.
