Los datos de Amazon en el tercer trimestre del año muestran los problemas del gigante norteamericano del comercio online en la venta de productos. El operador que lidera Jeff Bezos ha visto como, una vez más, su filial AWS (básicamente orientada al alquiler de servidores informáticos), ha conseguido salvar el resultado del periodo.
Entre julio y septiembre, las ventas netas aumentaron un 15%, hasta los 127.101 millones de dólares. Sin embargo, fuera de los Estados Unidos las ventas experimentaron un retroceso del 5%, hasta los 27.720 millones.
Las pérdidas acumuladas en el mercado norteamericano desde enero superan los 2.600 millones de dólares
En el mercado norteamericano, pese a que las ventas registraron un aumento próximo al 20%, los gastos operativos se dispararon y el trimestre concluyó con unas pérdidas netas de 412 millones de dólares (frente a los 880 millones de beneficio neto alcanzado un año atrás). Esas pérdidas se acumulan a las que ya venía arrastrando Amazon en el mercado norteamericano y, desde principios de año, son ya los 2.607 millones en negativo.
En el mercado internacional la situación es mucho peor. Si en el tercer trimestre de 2021 las pérdidas netas fueron de 911 millones, en esta ocasión se han elevado a 2.466 millones de dólares, lo que supone que, desde enero, son ya 5.518 millones de pérdidas fuera de Estados Unidos.
El negocio consolidado de Amazon arroja unas pérdidas netas de 3.000 millones en tres trimestres
Los 5.403 millones de dólares de beneficio arrojado en el verano por AWS permiten sostener la situación y arrojar un resultado positivo para este último trimestre. Aun así, los 2.872 millones de dólares del consolidado suponen un descenso del 8% respecto al mismo periodo de 2021. Pero si se observa el conjunto de los nueve meses el resultado es que, en su conjunto, Amazon acumula unas pérdidas netas de 3.000 millones de dólares, frente a los más de 19.000 millones de beneficio registrados en los tres primeros trimestres del pasado ejercicio.
