Iñigo Fernández de Mesa, presidente del Instituto de Estudios Económicos, vicepresidente de la CEOE y ex secretario de Estado de Economía, impartió una magistral exposición en el XIII Congreso de Anceco, celebrado en Barcelona el pasado 23 de noviembre. El ponente dibujó «nubarrones en el horizonte, pues experimentamos problemas de inflación, existen dudas sobre si estos problemas son transitorios o permanentes; nos enfrentamos a cuellos de botella, provocados en parte por un aumento de la demanda a causa del ahorro embolsado transformado en consumo; la oferta no se ha podido adaptar a la demanda por dificultades en las cadenas globales de suministro; asistimos a retrasos en la distribución y encarecimiento de los costes…».
Fernández de Mesa recordó la «caída importante del PIB mundial en 2020 por un problema de oferta. Solo alguna economía como China consiguió crecer. La situación ha afectado de manera desigual según los países y los sectores, siendo ocio y turismo los más afectados. La recuperación está siendo más rápida en aquellos países que han podido aportar más recursos para apoyar a ciudadanos y empresas. Y los que han podido aplicar vacunación más rápida».
Graves problemas estructurales en China
De este modo, nos asomamos a una recuperación desigual. Y en este punto quiso incidir Iñigo, con visiones macroeconómicas de distintas áreas geográficas. En el caso de China, «motor de crecimiento mundial, y primer país en recuperarse, en 2020 fue la única gran economía que creció, un 2,3%. Pero presenta graves problemas estructurales: una deuda empresarial monumental del 230% del PIB, similar a España en 2010; una exposición al sector inmobiliario, del 30% del PIB; y está ejerciendo una política proteccionista en el sector tecnológico que desincentiva la entrada en el mismo».
Por todo ello, en opinión del vicepresidente de la OCDE, China «tendrá que transformar su economía. En España, en su día, sustituimos construcción por exportación», recordó Fernández de Mesa, quien también expuso que el gigante asiático «está apostando por economías limpias. Eso está disminuyendo su competitividad. Será interesante prestar atención a la economía china, que nos interesa que funciona bien».
Una renta disponible de los norteamericanos mayor a la que presentaban en la etapa precovid
En el caso de Estados Unidos, el presidente del Instituto de Estudios Económicos destacó su «gran dinamismo económico. Se ha recuperado sustancialmente. El PIB cayó la mitad que en Europa y se recupera más rápido porque muestra más flexibilidad y capacidad de adaptación. También por las ayudas públicas monumentales que destinó a evitar la recesión, de 5,2 billones de dólares, un 30% del PIB, tanto a empresas como a las familias». Unas aportaciones que, además, eran ayudas directas, lo cual ha provocado una renta disponible de los norteamericanos mayor a la que presentaban en la etapa precovid.
Iñigo Fernández de Mesa apuntó a «una política muy agresiva para evitar problemas de liquidez por parte de la Reserva Federal. Pero se vislumbran nubarrones en la construcción y en la automoción y, también, por la inflación, que en noviembre alcanzó el nivel más alto en 30 años». Preocupa especialmente por la inflación subyacente, del 4,6%, así como también es motivo de desasogiego las tensiones salariales que pueden aflorar en distintos sectores. «Existen menos incentivos para trabajar y menos personas dispuestas a sumarse al mercado laboral», advirtió el ponente.
Las últimas medidas sanitarias adoptadas en nuestro entorno pueden afectar a nuestra industria turística
Respecto a la Eurozona, el conferenciante admitió que «ha sufrido más que Estados Unidos. El PIB ha caído un 6,5%. Empezamos a recuperarnos en el tercer trimestre de 2020, pero se truncó en último trimestre y en el primero de 2021. Las últimas medidas sanitarias adoptadas en nuestro entorno pueden afectar a nuestra industria turística. La inflación se ha disparado al 4,1%, si bien es menor a Estados Unidos. Lo más tranquilizador es que la subyacente es moderada, de un 2,5%. Este año, Europa crecerá un 5% y un 4,3%, en 2022, para después volver a niveles en torno al 2%. Los fondos Next Generation deben favorecer esta recuperación», anunció.
En cuanto a las economías emergentes, Fernández de Mesa destacó su comportamiento desigual, con una caída media general de un 2% en 2020. La recuperación también es variopinta, más favorable para los productores de materias primas. Mientras, señaló que el aumento del precio de los alimentos está causando tensiones importantes en algunos países.
«Un problema en un punto de suministro genera un problema global en toda la cadena»
«En los últimos años hemos visto una enorme especialización en las grandes cadenas de valor, lo cual ha incrementado la productividad, la inversión, la caída de costes… pero ha generado que un problema en un punto de suministro genera un problema global en toda la cadena. Los destinatarios finales están procediendo al acaparamiento, lo cual provoca precios al alza. A ello se añade el aumento del precio de las materias primas, de un 49% en general, siendo del 60% en el caso de las industriales, y de un 67% en el caso del petróleo. Si esto persiste, es lógico que este aumento de los precios se traslade a consumidor final».
En la parte final de su intervención, el ex secretario de Estado de Economía quiso dar su visión respecto al escenario al que nos enfrentamos. Respecto a si la inflación es transitoria o permanente, Fernández de Mesa cree que en buena parte «tiene carácter transitorio. Los cuellos de botella se van a resolver; otra cosa es las materias primas, sobre todo las energéticas -pronosticó-. Lo que más me preocupa son los efectos de segunda ronda: falta de mano de obra. Incluso en España tenemos problemas en sectores como transportes, electricistas, fontaneros… y ya veremos si esto no acaba teniendo impacto en los precios».
«Existe poca capacidad para apoyar a empresas e individuos, lo cual provoca una recuperación más lenta»
Iñigo Fernández de Mesa recordó que «España es de los países que más sufrieron por el Covid-19. Fue el país donde la primera ola impactó más y con las medidas de confinamiento más duras». Asimismo, quiso prestar atención al escaso peso industrial y al elevado peso de servicios de nuestro país, con 85 millones de turistas al año. «La mayoría de nuestras empresas son pequeñas y con menor capacidad de maniobra. Asimismo, entramos en la pandemia con problemas presupuestarios graves. Existe poca capacidad para apoyar a empresas e individuos, lo cual provoca una recuperación más lenta».
Pese a todo, el vicepresidente de la CEOE reconoció que la «recuperación se ha acelerado en el segundo y tercer trimestre de 2021. Pero este año no conseguiremos el crecimiento del 6,5% como vaticinaba el Gobierno, sino que se estima que no llegará al 5%. El año que viene será superior. Recuperaremos los niveles de antes de la pandemia a mitad de 2022».
«El sector exterior se ha consolidado, con superávit exterior pese a no haber contado con la contribución turística»
«El déficit público no será mayor por la disminución de la economía sumergida, que ha tenido que aflorar para acceder a ayudas públicas -puntualizó Fernández de Mesa, quien también manifestó que la «recuperación económica está siendo desigual por territorios. La economía española sigue siendo muy fuerte, con un sector exterior que se ha consolidado, con superávit exterior pese a no haber contado con la contribución turística».
Respecto al mercado laboral, Iñigo señaló que la «creación de empleo ha sido básicamente público y eso habrá que pagarlo. Los fondos Next Generation serán muy importantes para la recuperación, pero hay que usarlos bien. Más importantes serán las reformas que se hagan. Si hay reforma laboral o fiscal poco propicias no ayudará. Europa pretende que el dinero permita modernizar la estructura productiva del país. La digitalización y la transformación energética son prioritarios».
«Nuestros problemas residen básicamente en la economía sumergida y el paro»
En cuanto a las reformas a las que se enfrenta España, Iñigo Fernández de Mesa destacó tres. La primera, la fiscal. «El déficit público hay que reducirlo porque en caso contrario nuestros bonos llegará un día que nadie querrá comprarlos. Los mercados son más agresivos que BCE. Tenemos el sistema fiscal más progresivo del Viejo Continente. La presión fiscal individual es más fuerte que en Europa. Nuestros problemas residen básicamente en la economía sumergida y el paro. El esfuerzo fiscal es 5 o 6 puntos superior a Europa. Todo ello provoca huida de talento».
Fernández de Mesa denunció que «tenemos uno de los sistemas fiscales más ineficientes del Mundo, con grandes distorsiones y escasa recaudación. Desde la CEOE creemos que se puede mejorar el estado de bienestar con una mejor gestión de lo público. Podríamos ahorrar 50.000 millones de euros», anunció.
«El sueldo medio está por debajo de la pensión media»
Respecto a la reforma de las pensiones, que tildó de «imprescindible», reclamó «la equidad generacional. El sueldo medio está por debajo de la pensión media. Hemos aumentado el desequilibrio en vez de mejorar la sostenibilidad del sistema. El único modo de equilibrarlo es incrementar la generación de empleo. Y también mitigando la economía sumergida».
En cuanto a la reforma laboral, recordó que «Europa reclama la continuidad de la aprobada en 2012. Hay que apostar por la inserción laboral, con becas y mayor empleabilidad», dijo Iñigo, quien también manifestó la necesidad de evitar «vaivenes en la regulación, como en la vivienda o en el mercado eléctrico. Los inversores no lo toleran», advirtió, antes de insistir en que la inversión en I+D+i es fundamental.
«Estamos en la vanguardia de los sectores digital y de la transición energética que serán claves en el futuro»
El ex secretario de Estado de Economía rubricó su intervención señalando que «España tiene aspectos positivos, con una economía competitiva, un sector exportador vigoroso y un sector financiero saneado y dispuesto a apoyar. Estamos en la vanguardia de los sectores digital y de la transición energética que serán claves en el futuro».
