En el mundo deportivo y entre los profesionales de Centros Fitness (antes denominados “gimnasios”), el papel de la mujer ha experimentado una notable evolución en las últimas décadas. Sin embargo, los últimos indicadores estadísticos de igualdad publicados por el Instituto de las Mujeres muestran que el porcentaje de trabajadoras que realizan actividades deportivas, culturales o de ocio, corresponde a un 39,3%, frente al 45,5% de los hombres.
La mujer en el deporte
Si bien es cierto que las mujeres suelen ser las más preocupadas por su apariencia física, los datos extraídos del informe demuestran que existe un mayor sedentarismo entre las mujeres, representando un 40,3% frente a un 32,3% en el caso de los hombres. Además, también se encuentra una desigualdad al mirar las licencias federadas, donde las mujeres solo representan el 24,6% del total.
En la mayoría de las federaciones deportivas, los hombres son más numerosas, con excepciones como en deportes de hielo, patinaje, hípica, voleibol, baile deportivo o gimnasia. Esto se traduce en que, por ejemplo, en 2022, el porcentaje de mujeres premiadas en los Premios Nacionales de Cultura fue del 33,3% mostrando una disminución respecto a años anteriores, donde se llegó a superar el 40%.
La mujer trabajadora dedica menos tiempo a la participación social y tiene más ansiedad
Aunque se ha recorrido ya un largo camino en el ámbito laboral, actualmente sigue existiendo significativas brechas en la tasa de empleo a tiempo completo y la duración de la vida laboral entre mujeres y hombres. También se observa esta desigualdad por sectores, un hecho que viene marcado desde la universidad donde, a pesar de que el 56% del alumnado sean mujeres, estas se encuentran concentradas en las ciencias de la salud, siendo una minoría absoluta en ramas como ingeniería o arquitectura.
En este contexto se ha observado además que las mujeres presentan unas tasas más altas de sintomatología depresiva y ansiedad crónica comparadas con los hombres, lo que refleja una mayor carga de estrés y responsabilidades. Esto se aprecia cuando se miran los datos en la participación de actividades de ocio, donde los hombres representan el 45,5% mientas que las mujeres dedican su tiempo libre a actividades de voluntariado, cuidado del hogar o la educación de los hijos.
Estos datos sugieren una tendencia donde las mujeres, a pesar de estar igualmente o más activas en algunos ámbitos sociales y culturales, enfrentan desigualdades en el acceso y la participación en el deporte, además de asumir una mayor carga en el cuidado familiar y las tareas domésticas, lo cual limita su tiempo y oportunidades para el ocio en comparación con los hombres.
