Los precios del vestido y el calzado se han incrementado en el último año un 1%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, que constata una deflación, después que entre mayo de 2019 y el último mes de abril la cesta de la compra de productos y servicios haya retrocedido siete décimas. Todo ello después que durante el último mes el textil y los zapatos fueran, de largo, los que más se encarecieron, un 10,3%, debido a la finalización de las rebajas de invierno.
De hecho, el capítulo del vestido y el calzado contribuyó decisivamente a que la inflación de abril cerrara en positivo, con un aumento del 0,3%, cuando el resto de productos apenas registraron encarecimientos de unas décimas, permanecieron invariables o se abarataron (salvo los alimentos, que en época de confinamiento vieron aumentar sus precios en un 1,4%). En cambio, en lo que va de año las prendas y el calzado se han abaratado casi un 4%, prácticamente el triple que el conjunto de los productos y servicios, que lo han hecho en un 1,2%.
Encarecimiento en abril de las prendas de vestir de niño y bebé en un 17%
En el último año no se aprecian grandes diferencias entre los distintos epígrafes de vestidos y zapatos, cuyos incrementos oscilan entre el 0,8 y el 1,1%. Sí que hay que destacar el encarecimiento en abril de las prendas de vestir de niño y bebé en un 17%, en contraste con el textil masculino, que apenas lo hizo en un 6,6%, o el calzado de hombre, que vio aumentar sus precios en un 6,8%.
A destacar que, desde enero, el textil para niños ha registrado un aumento del 4%, a diferencia del resto de epígrafes de prendas de vestir y calzado, que han acusado descensos. Eso sí, en el caso del calzado de hombre de solo un 1%; una cifra que contrasta con el abaratamiento del 9,1% de las prendas para este mismo tipo de público.
