Entrevista a Rafael Bernabeu, director general de J’hayber
Asistimos este año al cincuentenario de J’hayber. El director general de esta firma alicantina, Rafael Bernabeu, aludía semanas atrás a «la confianza del mercado» como clave para la longevidad de esta compañía de calzado de moda deportiva que en los últimos años también se ha consolidado en el pádel con una oferta de producto integral para esta disciplina. El directivo se siente orgulloso de esta trayectoria, así como de algunos de los modelos desarrollados por la compañía a lo largo de su historia.
En este medio siglo de vida de J’hayber, si tenemos que hablar de producto existe un nombre propio…
Por supuesto: nuestro modelo icono, el Olimpo. Esa zapatilla irrompible supuso un hito a nivel tecnológico, al ser la primera en fabricarse con inyección directa al corte. Es un modelo irrompible que en la actualidad continuamos fabricando aquí, utilizando los mismos moldes y la misma maquinaria que en los inicios. Supone el 15% de la unidad de producción ‘made in Spain’. Calculamos que de ese modelo hemos llegado a vender quince millones de pares.
Mayoritariamente fabrican en Asia.
En 1992 fuimos pioneros en esa externalización, al no existir capacidad de producción en nuestro entorno geográfico para el calzado de deporte. Somos profesionales conocedores del sector del calzado, porque también fabricamos suelas, pero la producción de calzado deportivo entraña una complejidad que poca gente puede imaginar.
¿No se plantean acudir a proveedores más próximos?
Llevamos tiempo confiando en proveedores de Asia, que es una zona estable. A corto plazo no nos planteamos desplazamientos en ese sentido.
«Cualquier tienda puede hallar con J’hayber su nicho o especialidad»
Si tuviera que dar a conocer J’hayber a alguien que no conoce de su existencia diría…
Que somos una empresa familiar seria, que inspira confianza, que cumple con su palabra y que vive con pasión lo que hace y el deporte; a lo cual contribuye un equipo humano muy involucrado con nuestra marca. A partir de esa filosofía, desarrollamos producto que cubre las necesidades del calzado para deporte, casual, laboral y pádel, donde también ofrecemos palas. A ello hay que unir una de nuestras apuestas recientes, como es el confort, donde nos revelamos como especialistas para satisfacer esa tendencia en lo que a calzado de moda y casual se refiere. Ahí hemos detectado un interesante nicho, como es el del segmento senior; personas que, con una determinada edad, han descubierto que brindamos un producto que aporta una gran comodidad. Como también conquistamos al público que busca producto vintage, que le rememore los años 80, manteniendo toda su esencia. Cualquier tienda puede hallar con J’hayber su nicho o especialidad.
Imagino que en su cartera de clientes habrá detallistas de larga trayectoria también…
Así es: contamos con clientes con mucha antigüedad. Y una de las grandes satisfacciones fue mantenernos a su lado en uno de los momentos más duros, como fue al estallar la pandemia. En ese instante, remitimos una circular a los clientes para anunciarles que aplazábamos los vencimientos, a fin de evitarles la carga y la ansiedad que la singular situación podía provocarles. Aquello motivó múltiples mensajes de agradecimiento y el lanzamiento de la campaña «Nos unen lazos fuertes», que hace verdadero honor a su nombre.
Apuesta de J’hayber por una mujer en la primera dirección comercial
También habrá habido miembros del equipo de J’hayber que habrán prestado servicio a la compañía durante largo tiempo.
Ya lo creo. Uno de ellos fue Emilio Esclápez, un profesional que se jubiló recientemente y que entró a trabajar en J’hayber con apenas dieciséis años. Ha estado casi medio siglo de vida fabricando calzado, empezando con la Olimpo, cuya producción se remonta a 1973. Otra persona significativa en nuestra historia es Pepa Pastor, la primera persona que dirigió el departamento comercial de la compañía. Fue la primera mujer en un puesto directivo comercial en una empresa de calzado y es que en J’hayber, apostamos siempre por el servicio y productividad, no por el género. Pepa fue una pieza clave en nuestra organización durante veinte años.
Otro de los modelos significativos de la historia de J’hayber es el Antorcha.
El primero que fabricamos y del que realizamos una reedición en este 50º aniversario como guiño a los orígenes de J’hayber.
¿Qué otras sorpresas nos deparará este aniversario?
No somos amigos de realizar grandes fastos, pero sí tenemos previsto agradecer a nuestro equipo humano y a las redes comerciales su contribución a hacer posible este hito con un acto que llevaremos a cabo próximamente. También deseamos agradecer el apoyo a los clientes, lo cual, debido a la extensísima cartera, nos llevará a hacerlo con algunos en representación del conjunto; ya sea por azar o por la propia fidelidad que nos han venido dispensando. Y habrá otras sorpresas que desvelaremos más adelante.
