El peligro de la no implementación

La estrategia nunca falla en la formulación, sino en la implementación

Oriol López Villena consultorOriol López Villena es el Proactivista, asesor de directivos y empresarios y uno de los asesores más inspiradores del Mundo según el libro “The World’s Most Inspiring Accountants”.

Hace unos años, un empresario me pidió ayuda con su estrategia de marketing y, al preguntarle si habían trabajado esta área alguna vez me enseñó un plan de marketing «a estrenar», en sus palabras. Un plan hecho unos años antes y que nunca nadie había puesto en práctica, salvo de manera inconsistente y a trompicones. Nos pusimos en ello enseguida.

Tenemos que transformar objetivos empresariales en acciones individuales

Siempre digo a mis clientes que tan importante es la formulación de cualquier estrategia como su implementación. Puedes tener la mejor de las ideas y un gran plan para desarrollarlas, pero si nadie lo lleva a cabo, no conseguirás resultados. Y es por eso por lo que me gusta recordar a mis clientes que tenemos que transformar objetivos empresariales en acciones individuales, y acciones individuales en resultados empresariales.

En la estrategia, el «qué» es simple (que no fácil). Como digo en mi libro «Crece y Prospera» se trata de hacer un dibujo del futuro. El «cómo», sin embargo, es más complicado, ya que debe tener previsto el día a día.

El ruido no puedes eliminarlo, pero sí limitar su alcance e influencia

El premio Nobel de economía, Daniel Kahneman, junto con Olivier Sibony y Cass R. Sunstein, han publicado recientemente un libro titulado «Noise «(Ruido), que habla de cómo ciertas circunstancias pueden llevar errores en áreas como la toma de decisiones, la estrategia o la acción, entre otras. Los autores definen estas circunstancias como ruido. El ruido, sin embargo, no puedes eliminarlo, pero sí limitar su alcance e influencia. Y aquí es donde juega la implementación: en identificar aquellas circunstancias que pueden impedir la ejecución de un plan, y pensar en cómo superarlas.

incertidumbre en la etapa de coronavirusCon los años, he detectado cuatro fuentes de ruido que pueden llevar al éxito o al fracaso una estrategia. Son las siguientes:

  1. Falta de decisión. Decidir es elegir. ¿Cuáles son las alternativas? ¿Cuáles son los potenciales beneficios y riesgos de cada una?
  2. Falta de compromiso. Conseguir un equipo comprometido es cuestión de poner principios y autonomía sobre la mesa. Sin principios, nadie sabrá qué decisión tomar. I sin autonomía suficiente para decidir, actuar y equivocarse, no obtendrás más compromiso.
  3. Falta de capacidad. La capacidad, como el tiempo, no se gestiona, sino que se prioriza. Por ejemplo, si tienes capacidad ocupada en clientes o productos poco rentables no te quejes si no puedes conseguir más clientes rentables.
  4. Falta de información. Muchas decisiones se ralentizan porque no se ponen en duda ni analizan fríamente, con datos. Por el contrario, otras se ralentizan porque se analiza demasiada información irrelevante. ¿Qué información es relevante y valiosa?

En definitiva, como me dijo el empresario del principio al acabar nuestro trabajo juntos, «nos has ayudado a mantenernos comprometidos en hacer lo que dijimos que haríamos».

Tan simple y tan complicado a la vez, ¿verdad?

Artículo publicado en el blog de Oriol López y reproducido con permiso expreso de su autor.

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