Las razones morales no son las mayoritarias para desechar la adquisición de falsificaciones. Así se desprende de los datos facilitados el pasado 27 de mayo por Jesús Roca, director de Ventas de Red Points, en el webinar organizado por esta compañía junto a Afydad en torno a cómo prevenir la proliferación de los productos falsos en el entorno internet.
El 18% de las falsificaciones se canalizan a través de las redes sociales
Roca reveló que el 68% de los consumidores se mostrarían dispuestos a comprar falsificaciones si las mismas presentaran un descuento «suficiente». Jesús cuantificó en 4.200 millones de dólares el negocio en 2022 de los artículos de deporte falsificados comercializados en la Red, el 18% de las cuales se canalizan a través de las redes sociales. Todo ello después que «en este último año el comercio electrónico haya crecido lo que se esperaba que hiciera en cinco años… y en que las infracciones a la propiedad intelectual de las marcas en internet ha crecido al mismo ritmo o superior», advirtió Roca.
Otros datos que compartió el director de Ventas de Red Points en esta sesión hacen referencia a las afectaciones que dicha práctica provocan en la marca. Así, el 24% de los consumidores, uno de cada cuatro, admiten que dejarían de comprar marcas de deporte afectadas por copias falsas; y cuatro de cada nueve (un 46%) confiesan que percibirían mejor la marca si detectaran que existen falsificaciones en la oferta online. Es más: dos de cada cinco consumidores creen que la marca debería actuar ante esta situación.
Incidencia en la reputación de las marcas y pérdida del posicionamiento de precio
Jesús Roca hizo hincapié en cómo afectan las infracciones de la propiedad intelectual en las marcas. En primer lugar, incide en la reputación de las mismas, al distorsionar la percepción que tiene el usuario de ellas y provocar una pérdida del posicionamiento de precio. Por supuesto, la comercialización de productos falsos supone una caída de las ventas, con la consiguiente pérdida de beneficios.
No acaban ahí los perjuicios para las marcas, pues la confianza con sus distribuidores autorizados se ve mermada a causa de esa práctica. Y es que la distribución entiende que existe una competencia desleal que deben combatir las propias marcas.
«Detectar y eliminar esas apariciones en internet resulta clave para disuadirles»
En esa batalla, el tiempo y la agilidad son oro, según explicó Jesús. «Es necesario que el proceso sea rápido y exhaustivo, pues si se tarda en eliminar la información en la Red, esos infractores gozan de mayor presencia y visibilidad, además de oportunidades de concretar sus ventas. Se trata de conseguir aborrecer al infractor en sus prácticas, pues está comprobado que ponen más «gasolina» en aquellas marcas que muestran menor oposición. Por ello, detectar y eliminar esas apariciones en internet resulta clave para disuadirles».
Ahí la tecnología resulta fundamental, tanto para la rapidez como para la efectividad en la solución del problema. Roca aludió en este sentido a los recursos desarrollados por Red Points, que a través de bots consiguen escanear, rastrear, detectar y eliminar permanentemente todas aquellas publicaciones que pueden mermar el negocio de las marcas en redes sociales y marketplaces y que consiguen suprimir esas publicaciones en un plazo de entre 24 y 48 horas.
