Ternua recibe la visita de dos jóvenes pakistaníes del proyecto Hushé

las chicas pakistaníes del proyecto Hushe visitan TernuaAmina y Sudiqa, dos de las chicas del proyecto Hushé, se acercaron hasta Arrasate (Guipúzcoa) para conocer de cerca la sede de Ternua, las marca que les viste. Acompañadas por el alpinista Sebastián Álvaro y Miriam Marco, que además son ‘friends’ de la enseña vasca, visitaron las instalaciones y se interesaron por cómo diseña y fabrica la marca sus productos. 

Cabe recordar que el proyecto de las chicas del Hushé tiene como objetivo educar a un grupo de jóvenes de ese valle en la práctica de la escalada en ochomiles, algo acometido solamente por hombres hasta el momento. En una primera fase, se va a comenzar con tres nietas del porteador más famoso del Karakórum, Abdul “Little” Karim, quien quiere transmitir sus conocimientos y su pasión por las altas montañas a su descendencia femenina. Se llaman Amina, Alum y Sudiqa, chicas de entre 15 y 18 años, que a diferencia de las chicas del vallé, podrán optar por trabajar como porteadoras y mostrar así que la igualdad de sexo también es posible en el valle. Ternua aporta en el proyecto las prendas técnicas para estas chicas.

Becas para estudiar

Sebastián Álvaro comenta que «el proyecto de las chicas del Hushé no es un proyecto puntual sino la finalización de un proyecto que empezamos hace muchos años desde la Fundación Sarabastall y que trataba de mejorar la vida de los habitantes del valle del Hushé. Está basado en la educación como motor de cambio. No queremos que las chicas sean sólo alpinistas. Queremos que sean lo que ellas quieran ser. Y para eso les vamos a dar becas para estudiar. De hecho, seguramente Amina se convierta en la primera universitaria del valle».

En este tiempo el proyecto ha conseguido mejorar notablemente la sanidad, la higiene, la alimentación, la agricultura y la educación en esta aldea, una de las más necesitadas de la zona, enclavada a 3150 metros, en lo más profundo del sistema montañoso más abrupto de la Tierra. Asimismo, se ha construido un refugio que, además de puestos de trabajo, ofrece beneficios que se reinvierten en mejoras sociales para todo el pueblo. Gracias al proyecto Hushé, más del 93% de los niños y niñas de la aldea están escolarizados, algo realmente notable en esta zona del Mundo.

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