Artículo publicado en VIA Empresa y reproducido con permiso expreso de su autor.
Cesc Llenas es exatleta profesional y emprendedor en la industria deportiva.
Seguramente hay pocos países en el mundo que tengan un tejido deportivo amateur de las características y volumen del que existe en Catalunya. Los clubes deportivos del país, sean de las características que sean y de la medida que sean, aparecen en todos los rincones del territorio; y realizan una tarea educativa y formativa para los y las jóvenes de una extrema relevancia. Todo esto habitualmente con equipos directivos que realizan las infinitas tareas necesarias de forma totalmente voluntaria.
En algunos casos, y ya sea fruto del trabajo bien hecho en el deporte de base, de una tradición de muchos años en el territorio o ambas; estos clubes acaban teniendo sus primeros equipos en las máximas categorías estatales. Hablamos por ejemplo de lo que puede pasar con el waterpolo en Sabadell, el voleibol en Sant Cugat del Vallès o el baloncesto en la Seu d’Urgell entre muchos otros. Es entonces cuando las necesidades económicas para mantener (de una forma decente) estos equipos en un nivel alto aumentan. Llega, por lo tanto, el momento de encontrar patrocinadores de más calibre.
No puede haber nada más interesante para una marca que busque relacionarse y patrocinar deporte que la narrativa, la historia, los valores, etc.
Creo que todos y todas estaríamos de acuerdo en el hecho de que no puede haber nada más interesante para una marca que busque relacionarse y patrocinar deporte que la narrativa, la historia, los valores, etc. y por lo tanto los intangibles; que cualquiera de estas entidades llevan en sus espaldas. Clubes de base, de formación, donde el deporte es practicado en su forma más pura, con historias de superación y éxitos y fracasos terrenales, sin las estridencias, extravagancias, corrupción y comisiones que rodean otras disciplinas profesionales que no hace falta detallar.
Es prácticamente innecesario comentarlo, pero estas entidades sufren y mucho para poder encontrar estos patrocinios. Subsisten a partir del gran apoyo por parte de las instituciones públicas, y gracias a pequeños patrocinios de proximidad provenientes a menudo de contactos o red de los mismos equipos directivos.
Por lo tanto, ¿qué falla? ¿Por qué no existe una conexión entre estas marcas y estas entidades?
No han podido ser nunca quien decidiera cuándo y cómo se emitían sus competiciones
Obviamente es una cuestión de volumen, es una cuestión de audiencias, es una cuestión de visibilidad. Estos clubes históricamente han reclamado más espacios en la televisión para poder ser más atractivos para las marcas. Han tenido cierta dependencia de las decisiones de programación que desde la televisión pública se hayan tomado para poder escalar en su visibilidad. Pero seguramente no han sido nunca actores activos dentro de este proceso. No han podido ser nunca quien decidiera cuándo y cómo se emitían sus competiciones y esto los ha tenido atados de manos durante muchos años.
Estos tiempos, pero, se han acabado. Las nuevas tecnologías y las diferentes plataformas que están transformando y revolucionando el audiovisual no dejan el deporte al margen. Con bajo presupuesto, mucha creatividad y entendiendo que las retransmisiones deportivas están cambiando es posible hoy en día generar audiencias destacables a través de Twitch, Youtube, o similares.
Si queremos atraer nuevas audiencias hacia el deporte nos tenemos que adaptar a lo que estas están buscando
La población más joven ya no se siente atraída por la clásica emisión deportiva a la cual estamos acostumbrados y acostumbradas. Y si queremos atraer nuevas audiencias hacia el deporte nos tenemos que adaptar a lo que estas están buscando. Tenemos un ejemplo muy próximo con la famosa Kings/Queens League organizada por Piqué y compañía. Nos puede gustar más o menos su contenido, y puede ser de más o menos calidad. Esto no es el que queremos analizar aquí. Han llevado, pero, esta idea al extremo. Han demostrado con mucha creatividad, que el deporte puede tener audiencias importantes sea cual sea el nivel y atractivo de los deportistas. Y sí, lo han hecho empezando la casa por el tejado, y con unos socios con las audiencias aseguradas desde un buen inicio.
Hay otros casos de éxito en todo el continente europeo con un perfil muy diferente del la Kings/Queens League. Spontent, en Alemania, es una productora que empezó en el 2020 a organizar eventos privados de voleibol playa que eran emitidos por Twitch. Imitaban el estilo de las retransmisiones que los «casters» usan (‘youtubers’ o canales de Twitch que comentan partidas de videojuegos en directo). Estilo fresco, próximo, poniendo al deportista al mismo nivel que la audiencia. Humor, sistemas de competición diferentes, y un largo etcétera que incluye los comentaristas presentes en la pantalla (no son solo una voz). Su éxito los llevó (después de algunos problemas con las federaciones deportivas) a ser la plataforma de emisión oficial para muchos de los deportes no «mainstream» del país. Baloncesto 3×3, voleibol playa, fútbol sala, crossfit, tenis de mesa, hockey hierba, entre otros forman parte de los deportes emitidos hoy en día, llegando a audiencias que en muchos casos no están lejos de cualquiera de las jornadas de la ya comentada Kings/Queens League. La aseguradora Allianz, la cerveza Warsteiner o el software AnyDesk son sus principales patrocinadores, además de los patrocinios que los clubes pueden encontrar a partir de las nuevas audiencias.
Es el momento de ver la retransmisión deportiva desde otro ángulo
Por lo tanto, este nuevo paradigma en el audiovisual puede ser una gran oportunidad por todo el deporte profesional del país que no sea ni fútbol ni Barça, que siempre juegan en una «Liga» diferente. Es el momento de ver la retransmisión deportiva desde otro ángulo, y sobre todo es el momento de analizar, escuchar y aprender lo que las audiencias más buscadas, las más jóvenes, nos dicen que les gusta.
