El “Chinese Dream” y los ‘malls’ desiertos

Esteve Almirall es profesor de Esade

Artículo publicado en VIA Empresa y reproducido con permiso expreso de su autor.

Esteve Almirall es profesor y director del Center for Innovation in Cities de Esade.

No sé si lo sabíais, pero en China hay tantos millonarios como catalanes y más de 300.000 cuentan con más de 50 millones de dólares. Esto son las estadísticas oficiales que no cuentan ni a los políticos con poder adquisitivo (que parece que son muchos), ni al mucho dinero perdido entre las estadísticas de los altos representantes que probablemente también son muchos.

Esta realidad se hace patente deambulando por las calles de Shenzhen, el Silicon Valley de China, y encontrándose Rolls-Royce, Ferraris, Maseratis, Mercedes y Audis de alta gama y otros coches de este tipo aparcados en la calle frente a edificios y almacenes que en Catalunya no dudaríamos en calificar de “cutres”. Es cierto que a los chinos les gustan los coches y allí es un símbolo de estatus, también lo es que en China quizás no podrás decidir dónde vives, pero puedes decidir qué coche te compres. Pero también es cierto que los artículos de lujo llevan un recargo del 100% y en China hay unos 200 millones de personas que viven con un euro al día o menos.

China es un país de contrastes y Shenzhen quizás lo es más aún

sesión de marketplaces en China de AfydadShenzhen está lleno de ‘malls’. Algunos de ellos de gran lujo con algunas de las mejores tiendas del mundo y muchas copias de tiendas occidentales. Ciertamente no es posible encontrar en Barcelona o Madrid centros comerciales de este nivel y necesitas ir a Londres, París o Estados Unidos para igualarlos. Ahora bien, aunque hay muchos, están vacíos, no todos, a alguno hay bastante gente, pero la mayoría están vacíos. Lo primero que el viajero se pregunta es: «¿dónde están los chinos?» Y el segundo, obviamente: «¿esto quién lo paga?» En las respuestas a estas dos simples preguntas encontraremos algunas de las claves del desarrollo chino de estos últimos años.

A pesar de los indicios de pasión de los chinos por los ‘malls’, en la población local la encuentras en restaurantes y comercios mucho más baratos en calles y centros estratégicos que llenan en todo momento. Cierto que algunos ‘malls’ están llenos de gente, pero buena parte no. En Estados Unidos y Europa los ‘malls’ son ya algo del pasado, solo algunos centros comerciales funcionan bien, buena parte están en quiebra. En Shenzhen parece que no es el caso porque algunos están llenos, pero buena parte de la gente opta por propuestas tradicionales. Entonces, ¿esto quién lo paga? ¿Por qué se hace?

Parece que la gran mayoría pierde dinero

los centros comerciales del futuroLos ‘malls’, como una gran parte de la economía china, están construidos por empresas estatales o empresas mixtas con dinero público muy barato. Parece que la gran mayoría pierde dinero. Ahora bien, el dinero público que ha posibilitado su construcción tiene períodos de retorno altísimos (si se devuelve…), fluye con facilidad y en grandes cantidades si eres una empresa pública. Por tanto, solo hace falta que la operativa funcione, que en buena parte de los casos tampoco es el caso, pero se considera una apuesta de crecimiento a largo plazo. De hecho, todas estas decisiones son locales. Las administraciones locales tienen objetivos que durante muchos años se concretaban en incrementar el PIB de la región o la ciudad, mientras que ahora ya hay una mayor variedad de objetivos a cumplir. El funcionamiento es relativamente simple, si los funcionarios locales quieren subir o mantener su posición, es necesario cumplir objetivos y una parte rota cada cinco años.

Bien, quizás ahora queda más claro, hacer ‘malls’ crea PIB porque ocupa trabajadores, emplea materiales y crea actividad económica que genera PIB. Algunos autores hablan de “falso PIB” (fake GDP), refiriéndose a la actividad económica que no es necesaria ni tiene un uso concreto en la economía (por ejemplo, hacer un puente o un centro comercial que no es necesario o no será rentable). Pero en cualquier caso, genera PIB y cumple objetivos, hace crecer la ciudad, región y China.

La clase media china es tan grande como España, Francia y Alemania juntas

No todo el crecimiento viene generado por las empresas estatales o los consorcios con empresas estatales. También existen empresas privadas como Huawei, Tencent o DJI (las tres de Shenzhen) que generan PIB. Es precisamente de estas empresas de las que sale buena parte de los clientes de los ‘malls‘, la clase media china que es tan grande como España, Francia y Alemania juntas. Aquí hay una gran variabilidad, pero un ingeniero junior de una empresa como Huawei puede ganar entre unos 40.000 y 50.000 euros al año, un ejecutivo C-suite, gana más que en Europa continental y menos que Estados Unidos y sueldos de seis cifras hay bastante. La vivienda en las mejores zonas está a precios de Nueva York o Londres, eso sí, pero estas cifras en China dan de sí más que en Europa (los precios están a menos de la mitad aunque ya no son lo que eran hace 20 años).

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