Puma consiguió durante el segundo trimestre unas ventas de 772,7 millones de euros, lo que supone un aumento del 18,5%. Las categorías de running y de training impulsaron el fuerte crecimiento del calzado de la firma del felino, que resolvió el periodo con unas pérdidas de 3,3 millones de euros, frente al beneficio alcanzado un año atrás de 4,2 millones.
Las ventas de calzado registraron un aumento del 29,3%, hasta rozar los 359 millones. El textil sólo consiguió crecer un 9,2%, mientras que los accesorios superaron los 150 millones de euros tras mejorar un 12,8%.
De cara a hacer frente a las consecuencias negativas de la fluctuación del valor de la moneda, Puma está valorando la posibilidad de trasladar la producción desde Asia a otros enclaves más cercanos a los mercados a los que abastece. Ya está a punto de cerrar acuerdos para fabricar textil en Argentina y México. También contempla Turquía para la confección de réplicas y países de la Europa del Este para otros productos textiles.
