Resilientes ante la inflación

Resiliencia y fuerza ante la inflación en el retail deportivo

Pararse a leer las páginas salmón estos días es la antesala de una sensación de angustia para empresas y particulares que no se desvanece con facilidad. La situación económica se está complicando para todo tras un cúmulo de catastróficas desdichas. La crisis sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19, la crisis de suministros que esta conllevó, y ahora, la guerra de Rusia contra Ucrania han sido el caldo de cultivo que ha provocado el tambaleo económico actual. Y los datos sobre la inflación en octubre transmitidos pintan un panorama poco halagüeño. Desde el Banco de España han disparado las previsiones del 2022 desde el 7,2% al 8,7%.

En el caso de la Eurozona, esta previsión, en términos armonizados, fue del 9,3% en septiembre, dato que sitúa a España como el séptimo país con una menor subida de precios. A pesar de que la situación nacional, teniendo en cuenta estos datos, no sea la peor dentro del entorno más inmediato, no deja de ser alarmante, especialmente porque el comienzo del descenso de esta escalada de precios no se espera hasta la primavera del año que viene.

Ante esta situación, fabricantes, centrales de compra, tiendas y cadenas deben adaptarse para reducir el impacto de esta situación económica al mínimo tanto en ellos mismos como en sus clientes. Sacrificar o no los márgenes de beneficios, enfocarse en una mejor comunicación y branding, crear una experiencia de cliente excelente que potencie la fidelización o apostar por nuevas tecnologías son algunas de las claves que están adoptando las empresas del sector para enfrentarse a estos momentos de incertidumbre.

Dónde se está notando la subida de los precios

Entre las principales causas de esta escalada de precios, se localizan las que toda la población está sufriendo de una u otra manera: el elevado coste de la energía acaba por afectar los costes de producción, por lo que cada elemento fabricado llega con un coste más elevado, pero no es el único factor que está afectando a los precios. Diego Llorente, director general de Forum Sport, explica los factores que han identificado desde la compañía. «La inflación está teniendo un importante impacto en nuestra actividad, concretamente en el incremento de ciertos gastos que son claves en la cuenta de explotación: incremento de las rentas, nuestros contratos de alquiler se actualizan conforme al IPC; incremento de gastos logísticos, especialmente los relacionados con el transporte; incremento en materiales y consumibles, electricidad, bolsas, papelería, etc; incremento en los costes de aperturas por la actualización de costes derivados del encarecimiento de las materias primas; y también un incremento del coste de los productos comprados, con en ocasiones mantenimiento de los PVPs de venta por parte de algunas marcas», detalla. Para Víctor Gurruchaga, coordinador de ventas generales en España y Andorra de Vaude, el aumento de la inflación también está ligado al aumento de costes en materias primas, transporte y la energía invertida en los procesos industriales, pero están trabajando para contener la escalada de precios a la vez que se mantienen fieles a los principios de la marca. «Hemos conseguido gracias a nuestra política comercial y empresarial poder contener los incrementos de precios en nuestras tarifas hasta este próximo 2023 en el cual nos hemos visto obligados a hacer retoques de precios en ciertas gamas, generalmente siempre por debajo de la media del sector. Vaude está trabajando en la contención de estos incrementos sin perder la filosofía de negocio de sostenibilidad tanto social como medioambiental de la que tan orgullosos nos sentimos», explica.

¿Ajustar o no los márgenes?

En el caso de Atmósfera Sport, la estrategia para sobrevivir a este período de inflación es clara: hay que mantener los márgenes para campear el temporal. «Como central de compra que evoluciona y transforma en un operador para competir en las actuales circunstancias de mercado la inflación está repercutiendo en varios aspectos. Los precios de las mercancías están experimentando un aumento que repercute directamente en los costos de venta al público. Un sacrificio en los márgenes es impensable desde todos los puntos de vista. El precio de compra es más caro y el de venta es más caro. La tienda no tiene margen de sacrificio con unos costos generales cada vez más disparados», explica José Ramón Manzanares González, director general de Atmósfera Sport. Y añade, «los presupuestos se ven alterados de forma directa con la subida de los costos. Es decir, a la subida de precios se une la subida de costos de la electricidad y los costes generales. Por otro lado, como central de compra repercute no en un aumento de los beneficios, pero si en un aumento de la facturación. De forma engañosa este aumento de facturación provocado por el aumento de los precios no va a provocar un aumento de los beneficios debido a que los costos de mantenimiento también están viéndose afectados», advierte. Aunque el panorama es complicado, sí se muestra optimista ante la posibilidad de salir adelante. «El pequeño comercio se enfrenta a la tormenta perfecta. Poner solución al tsunami que se avecina es difícil pero no imposible. En primer lugar, comprando más caro y sacrificando márgenes puede darse el caso de que aumenten las pérdidas y verse abocados al cierre. Optimizar compras y ajustar márgenes está al alcance de unos pocos. Por suerte el modelo al que ha evolucionado Atmósfera Sport como operador único con un almacén regulador es algo que puede ayudar enormemente a las tiendas. La economía colaborativa se abre paso».

Para la marca Laken, el enfoque, al menos por el momento, es distinto. Sus portavoces Angel F. de Lara, director comercial y Carolina Cervantes, responsable de marketing digital lo explican así. «La inflación por supuesto nos está afectando a todos, y es algo que nos tiene sumidos en una notable incertidumbre, que a su vez se traduce en cautela. Esto lo vivimos tanto como fabricantes como en nuestro rol de consumidores. Es una situación a la que de alguna manera ya no estamos acostumbrados, puesto que desde la implementación del euro, no habíamos conocido un entorno inflacionario tan alto, e inevitablemente genera inseguridad. Y esto hace que en general seamos mucho más austeros». A lo que añaden, «hasta ahora, la estrategia en Laken ha sido asumir gran parte del incremento de los costes, a costa por supuesto de reducir márgenes, para no “castigar” a un consumidor ya de por sí bastante perjudicado, ni a las tiendas, que también están sufriendo mucho. Pero es algo que probable y lamentablemente tendremos que replantearnos a corto plazo para garantizar una mínima rentabilidad».

 

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