Puma ha encajado satisfactoriamente las intenciones de Kering de desprenderse de su paquete mayoritario en la firma. El grupo francés de lujo, que concentra el 86% de Puma, quiere desprenderse del 70% de las acciones de la marca del felino y quedarse solo con el 16%.
Kering, que desea concentrarse en las firmas de lujo como Balenciaga, Gucci o Stella McCartney, tiene previsto repartir esas acciones, en forma de dividendos, entre sus accionistas. En este sentido, Artémis, que conserva el paquete mayoritario, recibiría en torno al 29% de las mismas.
En un comunicado, el consejero delegado de Puma, Bjørn Gulden, ha manifestado que «estamos muy satisfechos que Kering haya recurrido a esta vía para reducir su participación en la marca. Esto nos permitiría continuar con nuestra estrategia actual de negocio que ha empezado a mostrar buenos resultados. Estaríamos en disposición de emprender inversiones para convertirnos en la marca deportiva más dinámica del mundo, crear valor para los detallistas, mejorar el rendimiento de los atletas e ilusionar a los consumidores».
La operación está sujeta a la aprobación en la asamblea general de accionistas que Kering celebrará el próximo 26 de abril.