Entrevista a Romain Millet, director general de Millet Mountain Group
Los próximos 31 de marzo, 1 y 2 de abril se celebra en los Alpes el Tour du Rutor Extrême, una exigente prueba de esquí de montaña que constituye el Campeonato del Mundo de Larga Distancia. Esa cita deportiva cuenta con el patrocinio de Millet, firma que el pasado año cumplió su centenario, después que en 1921 fabricara su primera mochila.
En Arvier, localidad italiana donde se ubicará la meta de esta espectacular convocatoria montañera, Romain Millet, director general de la firma francesa atendió a Diffusion Sport aprovechando la presentación de esta célebre carrera que, como Millet, cuenta con una dilatada y consolidada trayectoria. El directivo quiso reivindicar el apego que la firma francesa tiene con la montaña, equipando tanto a quienes la disfrutan en verano como en invierno.
«El avance en digitalización nos ha permitido acercarnos más al consumidor»
¿Cómo han vivido estos dos últimos años marcados por la pandemia en Millet?
La etapa de la pandemia resultó difícil al principio, al igual que ocurrió con la mayoría de empresas. Fue un momento de desconcierto, en el que había que adoptar decisiones ante un escenario incierto, en el que resultaba difícil comunicar. En primer lugar nos preocupamos por el factor humano, protegiendo a nuestro equipo ante los riesgos de la salud. Nos organizamos por turnos y pudimos salir adelante. Y creo que al final acabó beneficiándonos, porque el mercado experimentó un positivo desarrollo, pues el outdoor ha acelerado, muchas familias se han lanzado a buscar el contacto con la naturaleza y han reencontrado los valores del deporte en la montaña. Al mismo tiempo nos ha servido para avanzar en digitalización. Muchas de las reuniones que antes manteníamos presenciales las hemos realizado a través de Teams, pero también hemos desarrollado colecciones digitales, todo lo cual nos ha permitido acercarnos más al consumidor.
¿Qué significa para Millet haber llegado, el pasado año, al centenario?
Significan varias cosas, la primera que somos una marca fuerte porque ha trascendido a las generaciones, lo cual significa ir incorporando nuevos consumidores a la marca y que hemos conseguido ir fidelizando. Asimismo, demuestra que hemos sabido ir adaptándonos a los tiempos, pues estamos en un sector asociado a la moda, que va cambiando frecuentemente, y Millet siempre ha sido capaz de caminar en paralelo a ese mercado. También pone en valor que Millet ha exhibido una capacidad de innovación para satisfacer las inquietudes de los amantes de la montaña con nuevos productos para cubrir sus necesidades. Otro aspecto fundamental en nuestra trayectoria es habernos mantenido al lado de los deportistas y de las actividades que patrocinamos, prestándoles el máximo apoyo para conseguir su crecimiento. Y, por supuesto, nos sentimos satisfechos de haber generado puestos de trabajos y de gozar de un alto grado de fidelización. El año pasado, por ejemplo, asistimos orgullosos a la jubilación de una persona que dedicó cuarenta y cinco años de su vida a Millet.
«No existe el propósito de apartarnos de este entorno en el que Millet ha inscrito magníficas páginas»
¿Es difícil para una empresa familiar sobrevivir en el actual contexto de mercado, donde se prioriza el beneficio inmediato más que los proyectos corporativos a largo plazo?
Es cierto que en la actualidad todo el mundo está a la caza de “unicornios” y pendientes del índice Nasdaq. Pero nosotros huimos de ese planteamiento. El mercado del outdoor ahora presenta un magnífico desarrollo, goza de buena salud. Después de cuatro generaciones no existe el propósito de apartarnos de este entorno en el que Millet ha inscrito magníficas páginas, como la protagonizada en 1978 por Reinhold Messner cuando se convirtió en el primer alpinista en coronar el Everest sin oxígeno equipado con Millet.
¿Dónde reside el valor diferencial de Millet respecto a otras firmas de outdoor?
Históricamente, es una marca transalpina, la primera en acudir al Annapurna con una expedición francesa, lo cual resulta relevante y constituye un hito que nos otorga una credibilidad en la montaña. Asimismo, somos la única marca del mundo que somos capaces de equipar de pies a cabeza para poder coronar el Everest. Somos una marca que destina muchos recursos esfuerzo a innovación, que junto a la verticalidad sería lo que nos define, porque nuestros productos están totalmente orientados a la montaña: ya sea para la práctica del alpinismo, de la escalada, de la escalada en hielo, del esquí…
«Es necesario que seamos capaces de trasladar este estilo de vida a las nuevas generaciones»
¿Cómo ve el futuro del mercado del outdoor?
Creo que es un mercado que continuará creciendo. En nuestro caso tenemos previstos estos progresos, creando nuevos puestos de trabajo e incrementando nuestras cifras de negocio. Es un mercado sano, puro, y es importante que seamos capaces de trasladar este estilo de vida a las nuevas generaciones, comprometiéndoles con el amor por la naturaleza y el respeto al medio ambiente. Tenemos que responsabilizarnos todos del futuro de nuestro ecosistema. Debemos estimular la actividad en la montaña y descubrir a los consumidores la diversión y las sensaciones que despiertan este entorno, donde se pueden practicar muchas modalidades, desde el esquí de montaña, el parapente, la espeleología… No todo se reduce a alpinismo, escalada o esquí
