La innovación es lo que implementas, no lo que patentas

Xavier Sala i Martín interviene en el Congreso de AncecoXavier Sala i Martín se presentaba en el duodécimo Congreso de Anceco como el ponente estrella. El economista y profesor de la Universidad de Columbia no decepcionó y obsequió a los asistentes con una magistral conferencia en la que abordó las claves del futuro y la innovación, en lo que considera «la revolución industrial 4.0».

Una revolución definida por la capacidad de las máquinas para aprender

Si las tres primeras estuvieron definidas respectivamente por la máquina de vapor, el motor de combustión y la tecnología informática, «la cuarta viene definida por la revolución en neurociencia, el descifrado del genoma humano, la robótica, la manufactura digital, la impresión en 3D… y, sobre todo, la inteligencia artificial, con la capacidad de las máquinas para aprender», subrayó Sala i Martín.

El docente aludió a los cambios que se avecinan en el mundo de la automoción y contrapuso el temor y desconfianza que generan los coches sin conductor a la cifra de fallecidos anuales en accidentes de tráfico: «1,3 millones; el triple que en conflictos bélicos». Al mismo tiempo, certificó en 65 millones las personas que verán comprometido su futuro laboral por esta circunstancia: taxistas, transportistas, profesores de autoescuela, entre otros.

Esta revolución afectará también a los puestos de trabajo más cualificados

Anceco celebra su duodécimos Congreso de Centrales de CompraPero los mismos avances tecnológicos permitirán salvar el 10% de error que actualmente se produce en la detección del cáncer. Es un elemento altamente significativo, no solo porque las máquinas permitirán acertar con fiabilidad en los diagnósticos sino por suponer que esta revolución industrial no afectará solo a los puestos de trabajo menos cualificados, «sino también a los de alta formación. En la actualidad, gracias a la inteligencia artificial existen robots capaces de asimilar conocimientos a partir de la lectura de libros. Un humano no puede destinar 168 horas a la semana, sin descanso, a estudiar como sí es capaz una máquina como Watson –advirtió Xavier, al tiempo que informaba que esta tecnología es capaz de determinar algo que no está al alcance de un doctor convencional como es predecir el suicidio de una persona-, con lo que cuando un estudiante de Medicina sale de la Facultad ya es obsoleto».

El profesor recordó que en las revoluciones anteriores en la Historia hubo un efecto sustitución en el mundo laboral «y la economía se ha readaptado», como por ejemplo quienes, ante la irrupción del automóvil, se vieron obligados a abandonar sus negocios vinculados a los caballos y acabaron, tal vez, empleándose en el turismo, «al haber propiciado el uso del coche los desplazamientos y haber despertado el afán por viajar y descubrir nuevos destinos». Sin embargo, esta revolución es distinta por su velocidad. «Resulta difícil reciclarse profesionalmente incluso para las clases medias educadas», señaló el ponente, quien reclamó «un cambio exhaustivo, e imprescindible, en el sistema educativo».

«El libro te está leyendo a ti»

Anceco celebra su duodécimos Congreso de Centrales de CompraXavier Sala i Martín quiso destacar, también, como la tecnología está facilitando la labor a grandes multinacionales como Amazon, «quien ha adquirido la patente de un sistema que prevé las compras que efectuarán los consumidores quince días antes de su materialización», es decir, antes incluso que ellos. Igualmente, empresas como Netflix o Kinder consiguen, a través del uso de la tecnología por parte de los usuarios, obtener datos sobre sus gustos del ocio, lo cual permite confeccionar “historias a medida” que consigan atraer el máximo número de asociados. «El libro te está leyendo a ti», quiso remarcar esta extraordinaria paradoja el profesor de la Universidad de Columbia, quien también aludió a las transferencias financieras que se efectúan en la actualidad y cuya ejecución corresponde en un 75% a máquinas. «El 6 de mayo de 2010 una máquina fue capaz de generar un crack financiero; ni que fuera por media hora», informó Sala i Martín para dar cuenta de la magnitud del escenario al que nos enfrentamos y justo antes de enumerar las recomendaciones a las empresas para afrontar el futuro inmediato:

1)   flexibilidad para abrazar el cambio, que es irreversible;

2)   observar todos los sectores, incluidos los ajenos, del entorno;

3)   cuestionar todos los aspectos del negocio;

4)   la adaptación es irreversible si se quiere evitar la extinción;

5)   la cooperación multiplica los resultados y los beneficios;

6)   hay que apostar por una experimentación equilibrada.

En el último punto incidió Sala i Martín, recordando que en 2005 Nokia convirtió el modelo 1110 en el teléfono más vendido de la Historia, si bien la compañía finlandesa «quebró pese a ser la empresa que más invertía en I+D+i. No desarrollaron el teléfono inteligente, como sí lo haría Apple con el iPhone dos años más tarde pese a que tenían la capacidad para hacerlo, tal y como delata sus libros de patentes. Y es que la innovación es lo que implementas, no lo que patentas», sentenció el economista, quien hizo un paralelismo con la experiencia vivida por Kodak, compañía que, pese a haber inventado la fotografía digital no la implementó. Algo similar a lo ocurrido con Nespresso, sistema que Nestlé inventó en 1976 pero que en ese momento desestimó por temor a la competencia que podía suponer para uno de sus productos estrella: Nescafé. «Cuando escuchamos la expresión ‘core business’ hay que huir corriendo», aconsejó Xavier con buen humor para hacer hincapié en la necesidad de erradicar planteamientos excesivamente conservadores y añadiendo que la multinacional suiza acabaría impulsando Nespresso a través de una empresa paralela «para evitar la contaminación de directivos demasiado poco proclives a la innovación».

El ponente acabó su intervención señalando que «no hacer nada no es la solución. Los líderes pueden desaparecer. Sin perder lo que tienes, intenta cambiar».

 

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