Artículo publicado en VIA Empresa y reproducido con permiso expreso de su autor.
Genís Roca es empresario, arqueólogo y presidente de la Fundació .cat.
Cada día escucho a alguien que reclama, casi exige, que las empresas se digitalicen. El acceso a los fondos Next Generation prioriza los planes de digitalización, el futuro del país pasa por la digitalización de las empresas, y los equipos directivos competentes tienen como prioridad un plan de digitalización. Digitalizarse o morir, y quien lo niegue es sospechoso de ser una persona obsoleta, alguien problemático que frena el progreso.
La digitalización es una herramienta, y no la única
Pero me resulta del todo incomprensible que una empresa, o cualquier tipo de organización, tenga como foco la digitalización. El objetivo de una empresa puede ser reducir costes, vender más, aumentar el margen, mejorar los tiempos de producción, acortar los plazos de lanzamiento de un nuevo producto, hacer una gestión más eficiente de los clientes, abrir nuevos mercados, mejorar la logística, reducir la huella ecológica, incorporar talento o vete a saber qué, pero nunca la digitalización. La digitalización es una herramienta, y no la única, que nos puede ayudar a mejorar siempre y cuando tengamos claro qué objetivo concreto perseguimos.
Cuando alguien dice “tenemos un plan de digitalización” en verdad deberíamos estar diciendo “tenemos un plan para reducir costes”, o “tenemos un plan para vender más”, o “tenemos un plan para ofrecer nuevos servicios”. Estos tres ejemplos son muy diferentes, y por tanto deberán dar pie a planes muy diferentes. Cuando decimos que nuestras empresas necesitan digitalizarse lo que queremos decir es que necesitan mejorar, y usamos este término tecnológico porque no sólo queremos decir que deben mejorar, sino que también estamos diciendo que necesitan modernizarse y espabilarse a hacer las cosas de otra manera.
Digitalizarse no es ninguna garantía de éxito
Digitalizar la producción no es garantía de nada para una empresa que tiene un problema de ventas. Habrán digitalizado, pero no habrán atacado su problema. De la misma manera que digitalizar el proceso de ventas no es ninguna solución para una empresa que tiene un problema de producción. Digitalizarse no es ninguna garantía de éxito, porque digitalizarse no puede ser por sí solo el objetivo de ninguna empresa seria.
Sabes que te odian cuando en tu empresa te nombran “responsable de transformación digital”, porque es un encargo tan genérico e indefinido que te hace responsable de cualquier cosa que se pueda mejorar. Por tanto, un encargo imposible. Hubiese estado mucho mejor que te hiciesen responsable de ventas, o responsable de producción, o responsable de lo que sea pero de algo concreto. Si se convocase un congreso nacional de responsables de transformación digital sería una reunión de gente de orígenes muy diferentes. Se mezclaría gente de sistemas, de recursos humanos, de producción, de marketing… y al presentarse todos irían diciendo “¿y tú qué haces?”, por la sencilla razón de que “digitalización” es un genérico que no explica nada.
Utiliza todas las herramientas y soluciones que puedas, también las no digitales, pero sobre todo no te equivoques en la identificación del problema que te está penalizando. Es como estar enfermo y poner el foco en las medicinas antes que en el diagnóstico.
