«La consagración de nuestras marcas propias ha sido la clave de estos 25 años»

Entrevista con Ángel Amador, director general de Redipro

el director genenal de redipro angel amadorRedipro vio la luz en el año 1992 cuando en España se celebraba el evento deportivo más importante de nuestro país, los Juegos Olímpicos de Barcelona. Desde ese momento y hasta ahora con la misma cabeza visible, Ángel Amador. Un cuarto de siglo más tarde no se han visto otros Juegos pero sí crecer a Redipro a pasos agigantados hasta convertirse en una de las empresas de productos deportivos referentes en el panorama nacional. Con motivo de su 25 aniversario, hemos querido hablar con la figura que ha llevado a Redipro a conseguir una cartera de más de 1.000 clientes repartidos por todo el globo y a afianzarse como una de las marcas líderes entre los amantes del deslizamiento.

¿Qué le impulsó a crear la empresa?

Yo venía de una compañía multinacional americana dentro del departamento financiero. Posteriormente entré en deportes como agente de mediación de ventas. Las discrepancias en la política comercial en la última empresa en la que trabajé me llevaron a decidirme por crear mi propia empresa. Ahí, un hombre de finanzas como yo, decidió lanzarse a la parte comercial que al final terminó siendo una vocación escondida para mí.

¿De cuántos miembros constaba el equipo humano inicialmente?

Empezamos muy pocos, cuatro, y desde ahí hemos ido creciendo hasta llegar a los 16 actuales. Lo más importante es que durante la época de crisis hemos mantenido el número de empleados; ha habido salidas y entradas pero la permanencia media en la empresa es de unos 18 años, cifra que habla por sí sola.

¿Cuáles han sido las claves para este buen desarrollo?

Sobre todo trabajo, esfuerzo y dedicación, pero también otro aspecto fundamental como el hecho de hablar claro en todo momento acerca de cualquier compromiso que hemos ido adquiriendo. Todo ello se ha unido a un fantástico equipo de trabajo que nos ha llevado a mantenernos estos 25 años. Además, cada quinquenio llevamos a cabo un plan de estrategias para los distintos departamentos que intentamos cumplir y los cuales nos han aportado una estabilidad empresarial.

parte deñ showroom de redipro en madridDespués de todo este trabajo a los 25 años. ¿Qué supone eso?

La verdad es que parece que no ha pasado el tiempo. En el aspecto personal supone una consolidación para mi trabajo, a mi ego de decir que todo mi esfuerzo y toda mi lucha están reflejados hoy en mi compañía. No hemos tenido ningún tipo de bonificación ni ayuda, siempre bajo nuestros recursos humanos y esfuerzo económico que nos han llevado hasta donde estamos ahora: con presencia en más de 20 países y exportando a tres continentes. Además, todo esto lo hemos logrado en un sector marquista como es el deportivo gracias a la consagración de nuestras propias marcas, no por ser mayorista de uno u otro. Nosotros hemos diseñado y vendido nuestras marcas y les hemos exigido un control de calidad exhaustivo a nuestras fábricas. Esto nos ha llevado a la internacionalidad.

¿Algún momento que supusiera un punto de inflexión para la empresa?

Hay uno que no se me olvidará jamás. Fuimos los primeros en vender patinetes en España cuando este se puso de moda en 2002. Íbamos a las ferias y teníamos colas para pedir el producto algo que a nivel comercial fue muy relevante. Luego también hubo otro momento muy difícil. Vendíamos plumíferos y prendas de esquí, que estaban al alza, y por ello invertimos mucho dinero ya que tanto la venta como los pedidos eran enormes. Pues en uno de ellos, nos llegó toda la mercancía defectuosa, se trasparentaban las plumas en los productos. Ahí creo que ha sido el único momento en el que creo que flojeé de verdad porque veía que se me iba toda la empresa. Tuve que asumir un gran cargo personal y gracias a que mi mujer confió en mí, tirando de nuestro patrimonio, pudimos reflotar juntos el proyecto empresarial.

Accede al contenido completo de la entrevista en Diffusion Sport Nº493

 

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