Mark Parker, presidente y director general de Nike, ha expresado su malestar con la decisión del flamante presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de prohibir la entrada a este país de ciudadanos procedentes de áreas de mayoría musulmana. En un correo interno remitido a su equipo humano, horas después que el nuevo presidente norteamericano hubiera adoptado dicha decisión, Parker condena esta postura y reclama al personal de Nike que defienda los valores de la marca como muestra de la diversidad que ahora se ve amenazada con la suspensión del programa de refugiados y la prohibición de entrada de los ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen.
«Nike cree en un Mundo en el que todos celebren el poder de la diversidad. Independientemente de la fe que profesen, de dónde vengan o a quienes amen, la experiencia individual de cada cual es lo que nos hace más fuerte como un todo. Ahora más que nunca, luchemos por nuestros valores y mostrémonos abiertos e inclusivos como marca y como compañía», afirma Mark Parker en ese comunicado interno, motivado en buena parte después que uno de los ‘testimonials’ de Nike, el atleta de origen somalí Mohamed Farah, tetracampeón olímpico y que goza en Inglaterra de la condición de Sir, calificase de «ignorante y llena de prejuicios» la decisión de Trump.
