No “pain”, sí comodidad

Hombre practicando deporte con prendas de ropa para fitness

Atrás quedó la idea de «No pain, no gain» según la cual, para poder estar en forma, hay que sufrir. La población ha abrazado el ejercicio como un mecanismo que mejora su salud y su bienestar. Hay una ganancia evidente, pero sin la necesidad de pasarlo mal en el proceso. Y en esto, el fitness ofrece diversas opciones para que cuidarse sea accesible para todos. Siguiendo esta filosofía, los consumidores buscan productos que los acompañen y no se convierta en su enemigo. Aquí, la calidad y la comodidad son los aspectos clave a la hora de realizar una compra. Al fin y al cabo, la incomodidad solo debería aparecer para ayudarnos a empujar los límites y nunca debería estar en las prendas que llevamos puestas.

El modelo de consumo ha cambiado

«El sector del fitness, hablando en términos globales, comenzó en 2022 un camino de recuperación del músculo que perdió durante los años más incisivos de la pandemia. En este 2023 se enfrenta a un reto principal: el cambio de modelo de consumo del fitness, más individualista, personalizado y, si cabe, casero. Es decir, no se ha resentido la idea de lo beneficioso que es cuidarse física y mentalmente y de llevar una vida saludable, lo cual es muy positivo. Lo que ha evolucionado es la manera en la que ejecutamos este deseo de cuidarnos. Todo ello, unido a la inflación y el aumento de los costes energéticos, plantea un escenario incierto en el que la capacidad de adaptación juega un papel importante», reflexiona Gonzalo Magaña, gerente de Happy Dance. Esa capacidad para reajustar los planes y acercarse lo máximo posible a un futuro cambiante pasa por fijarse en algunas de las tendencias que se aprecian en el mercado y que ofrecen valiosas pistas para los profesionales del sector del fitness retail.

En este sentido, Magaña comparte algunas: «Como tendencias claras, veo la apuesta por más tecnología aplicada al deporte, ya sea en wearables, textil o apps de entrenamiento; la mayor confianza de los usuarios/as en entrenadores/as personales y profesionales cualificados y más interés por los entrenamientos funcionales, para mantener un buen estado de salud y movilidad y aplicarlo a nuestro día a día, más allá de grandes retos deportivos o del culto al cuerpo».

Productos que se adapten a mí

Prendas que se ajusten a mi ritmo de vida y sean polivalentes. Wearables que me den información detallada sobre mi estado de salud. Planes de entrenamiento personalizados. Productos que se ajusten a mis condiciones físicas. Estas frases podrían ser un ejemplo de lo que mueve a un comprador a la hora de comprar el material necesario para practicar ejercicio. Raquel Luna, directora de comunicación de J’hayber ve cómo la mezcla entre el diseño y las especificaciones técnicas son un factor clave para atraer al consumidor español. «En el caso de J’hayber, el calzado deportivo de la línea Comfort es uno de los más demandados para la práctica del fitness. Es un calzado polivalente, también usado para andar o para los outfit casual, pero está muy recomendado para la práctica de deportes en indoor, por la amortiguación de la plantilla y sus características de transpirabilidad y comodidad. Asimismo, el textil técnico tiene una importante demanda para la práctica deportiva. Los usuarios de fitness que practican con asiduidad, prefieren ropa técnica cómoda y con cierto diseño», señala.

¿Quieres saber más? Lee el resto del reportaje en el número 536 de Diffusion Sport. Puedes encontrar su versión digital aquí o adquirir el último número en este enlace.

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