Jordi Costa, presidente de Anceco, reivindicó el papel de las centrales de compra en la economía española en la apertura del XIII Congreso de Centrales de Compra y Servicios. Costa se felicitó de poder celebrar este evento de manera presencial, ni que fuera atípico por muchas razones que comportaron, entre otras cosas, que la cita no fuera tan concurrida como en ediciones precedentes.
«Las empresas han sabido adaptarse y han obtenido buenos resultados en la mayoría de sectores», valoró el presidente de Anceco, que advirtió que, en el futuro inmediato, «las empresas deberán ser flexibles, ágiles y tomar decisiones. Y ser rápidas a la hora de hacer correcciones».
«La proximidad de las centrales resulta clave»
Jordi lamentó ciertos escenarios que se muestran a nuestro alrededor. «Resulta desolador contemplar persianas bajadas y empresas cerradas». Aun así, se mostró esperanzado en la recuperación, y ahí remarcó que «la proximidad de las centrales resulta clave. Las centrales constituyen un actor fundamental de nuestra economía: representan el 9% del PIB, reúnen más de 60.000 empresas que suman una facturación de 110.000 millones de euros y aglutinan un total de 515.000 empleados».
El presidente de Anceco subrayó que «las centrales de compra permiten que las pequeñas empresas puedan competir con las más grandes». Asimismo, manifestó que «algunas zonas de España quedarían huérfanas sin la acción de las centrales de compra».
«Necesitamos que la Administración valore la contribución de las centrales de compra»
En este sentido, Costa reclamó apoyo público: «Necesitamos el compromiso de la Administración con las pymes y que se valore la contribución de las centrales de compra. La Generalitat de Catalunya ya lo ha hecho; ahora hace falta que lo hagan el resto», reclamó.
Asimismo, exigió al sector público «que otorgue valor a la proximidad y se persigan las acciones ilegales», antes de profetizar que, «quien finalmente consigue sus metas son quienes visualizan el camino más difícil y se preparan para lo que peor pueda suceder». Una sentencia que precedió a su pronóstico sobre el próximo año: un ejercicio «sorprendente y difícil. Así será el 2022. Debemos anticiparnos y tener capacidad para responder».
