Oriol Paré es retail team manager y socio de Integra Retail Retrain.
En un entorno tan cambiante y en mercados tan maduros como los actuales, la motivación de equipos es uno de los diferenciales clave para cualquier retailer. Motivar significa «Proporcionar motivo o razón para que cierta cosa ocurra o para que alguien actúe de una manera determinada.». Siguiendo pues la lógica de esta definición, al motivar a tu equipo provocas que las personas actúen mejorando la creatividad, la productividad y la agilidad de las organizaciones.
El miedo no favorece la motivación sino la parálisis o la huida
Por muy racionales que seamos como especie, ante el miedo nos comportamos de forma muy similar al resto de animales. Ante escenarios de miedo nos paralizamos o bien huimos. Es cierto que el miedo se utiliza con mucha frecuencia para llevarnos a la acción (los políticos se han acostumbrado a motivarnos mediante el miedo) pero los científicos han demostrado que los efectos motivadores del miedo son muy limitados en el tiempo. Nuestro cerebro está más preparado para aprender de las buenas noticias que de las malas. Si ahora nos dicen que los contagios por Covid-19 están subiendo de forma alarmante, nuestro cerebro, salvo contadas excepciones, tenderá a pensar que en nuestro caso las probabilidades de contagio son bajas y, en caso de contagio, nuestras probabilidades de que las consecuencias sean graves son despreciables. Es evidente que sabemos que hay personas de nuestra edad que acaban en la UCI, pero nuestro cerebro está diseñado para pensar que, en MI caso, como mucho tendré un resfriado de cierta magnitud.
¿Por qué el miedo no sirve para motivar a largo plazo a tu equipo?
La historia nos ha demostrado que los animales racionales tenemos tendencia a aceptar las buenas noticias mejor que las malas cuando se trata de beneficios o riesgos futuros. Eso hace que nos cueste horrores aprender de los errores. No conozco ningún fumador que niegue los efectos negativos del tabaco sobre la salud pero … normalmente tienen tendencia a pensar que en su caso no va a suceder o bien que la recompensa en el corto plazo (placer) compensa los inciertos riesgos futuros. Lo mismo nos pasa con la contaminación o la dieta que llevamos. En definitiva, con el paso del tiempo tendemos a minimizar las consecuencias negativas y por lo tanto el miedo que nos pudo motivar en un primer momento a comer sano o a hacer más ejercicio pierde su efecto motivador.
3 ideas simples para motivar a tu equipo
¿Qué podemos hacer entonces para motivar a nuestros equipos?
- Incentivos sociales
Somos animales sociales y como tales, estamos muy interesados en lo que hacen otras personas y en cómo nos ven ellas. Las redes sociales son un claro ejemplo de ello. ¿Quién no mira los likes de sus amigos y los compara con los que obtiene él? Eso provoca que queramos mejorar incluso para las personas no competitivas, simplemente porque somos seres sociales y nos gusta gustar. - Recompensas inmediatas
Hemos aprendido que el futuro nunca es como lo habíamos planeado. ¿Por qué debo pues preocuparme por las inciertas consecuencias futuras de mis acciones si nadie es capaz de predecir el futuro? Establecer pequeños incentivos que motiven a cada persona no es un trabajo que pueda establecerse de forma uniforme a principios de cada año. Habla, escucha y entiende qué motiva a cada uno y, sobre todo, felicita públicamente cada pequeño logro. - Monitorizar el progreso
Los KPI (key performance indicators) y los OKR (objectives and key results) nos sirven por lo tanto para poder medir la evolución (de una persona, de una tienda o de un departamento) y hay que saber utilizarlos como elementos motivadores y no de control o castigo.
La motivación va ligada al foco que ponen sus líderes en sus profesionales
Colaboro con retailers considerados de tamaño mediano que no disponen de sofisticados programas de software para monitorizar en detalle el desempeño de todos sus empleados. Sin embargo, es habitual que todos ellos conozcan perfectamente el desempeño de sus equipos, especialmente en los equipos de tiendas, e incluso los puntos fuertes y puntos de mejora de cada profesional. Soy un ferviente defensor de las ventajas de utilizar redes sociales corporativas (a veces es simplemente necesario abrir un canal privado de Telegram) y aprender a utilizarlas como palanca motivadora utilizando las 3 claves mencionadas más arriba.
Recuerda que el grado de motivación de cada persona no es directamente proporcional al valor de aquello que lo provoca (mejora de los resultados, por ejemplo). Es la importancia que le da la persona que lo recibe la que determina el nivel de motivación (satisfacción personal, reconocimiento, …). Como líder habrás experimentado que al motivar a tu equipo mejoras la productividad, la creatividad y la agilidad de las organizaciones. Se puede aprender a motivar si se sabe cómo.
Artículo publicado en el web de Integra Retail Retrain y reproducido con permiso expreso de su autor.
