La inactividad física infantil propicia desigualdad social

Las consecuencias de este sedentarismo tiene mayor influencia en las niñas

Las universidades Complutense de Madrid y Newcastle (Reino Unido) han realizado un estudio en el que analizan la inactividad física infantil. Se concluye que está fuertemente asociada a la desigualdad social. Los niños de familias en peor situación socioeconómica y cultural tienen tasas de actividad menores, afectando especialmente a las niñas.

El trabajo ha sido publicado en el International Journal for Equity in Health. Está realizado por Eduardo Gonzalo-Almorox (Instituto de Salud y Sociedad de la Universidad de Newcastle) y Rosa María Urbanos-Garrido (Departamento de Finanzas Públicas de la Facultad de Economía de la Universidad Complutense). Determina que un 16,8% de los niños menores de 14 años no realiza ningún tipo de actividad física. En el caso de las niñas, la cifra aumenta hasta el 24,2%.

En el caso de las niñas, la desigualdad en la actividad física roza el 67%

niños corriendo por el campoEl factor social que más se relaciona con la probabilidad de que un niño se vuelva más inactivo en su tiempo libre es la pobreza del hogar y la capacidad económica de su familia. Los autores afirman que «la renta constituye el factor principal para explicar la desigualdad en la actividad física. En el caso de los niños, este factor explica el 41,42% de la desigualdad total. En el caso de las niñas, el 66,98%».

Sobre esta diferencia por sexos, indican que, «de acuerdo con nuestros resultados, el efecto de la renta sobre la desigualdad en la actividad física es alrededor de 25 puntos porcentuales superior en el caso de las niñas que en el de los niños. Además, la estimación que obtenemos es más robusta en términos estadísticos que la de los niños. En definitiva, la economía es más determinante a la hora de explicar las diferencias entre el nivel de actividad física en el caso de las niñas que en el de los niños».

La salud mental también analizada en el informe

Existen también otras variables que afectan a la inactividad física durante la infancia. La salud mental es una de ellas. Los niños que padecen trastornos mentales son menos propensos a participar en actividades como juegos o deportes. Sin embargo, los varones se veían afectados solo por trastornos que afectaban a su habilidad para captar apoyos sociales. En cambio, las niñas se veían afectadas, además, por síntomas emocionales. Menores preocupadas, asustadizas, infelices, nerviosas ante situaciones nuevas o niñas con falta de autoconfianza tenían más papeletas de quedarse al margen.

 

 

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