Huevos con tocino

Jordi Tarragona, coach en empresa familiarJordi Tarragona es consejero de familias empresarias y abogado. Profesor de Empresa Familiar en ADE Universitat Central de Catalunya y autor del libro “Ángeles y Demonios de la Familia Empresaria”, publicado por Profit Editorial.

Se dice que en la empresa hay gallinas y cerdos, pero no en sentido peyorativo sino en el grado de implicación. Al igual que en un plato de huevos con tocino, en el que la gallina participa y el cerdo está implicado. Los trabajadores participan y se juegan mucho, los auténticos empresarios deben poner mucho más.

Hablando de huevos para tomar determinadas decisiones hay que tener lo que hay que tener. Ser empresario en ocasiones supone tener que tomar decisiones ante alternativas a cuál peor. Antes de tomarlas conviene haber analizado todas las alternativas y alguna más, ¿cuáles son las que no hemos tenido en cuenta? Conviene investigación y creatividad.

La velocidad de los cambios puede generar diferente nivel de oposición

la toma de decisiones en el mundo empresarialRespecto a la implementación de las decisiones tomadas conviene pensar en si lo que conviene es huevos fritos o duros. Ambos requieren la misma cantidad de calorías, la diferencia es durante cuánto tiempo se aplican: con rapidez e intensidad poco tiempo en el aceite, y de forma menos intensa y más prolongada en el agua hirviendo. Hablando de agua hirviendo, me viene a la memoria la curiosidad de que a una rana a la que se hecha en agua hirviendo salta, en cambio si se la pone en agua tibia que se va calentando acaba cocida viva, y que se refiere a que la velocidad de los cambios puede generar diferente nivel de oposición.

Relacionada con las ranas tenemos la fábula, dicen que de Esopo, en la que una ayuda a un escorpión a cruzar un río a su espalda con la promesa de que no le hará daño, pero a mitad del trayecto le pica. La rana le dice “¿Por qué?, ahora moriremos los dos” y el escorpión le responde “lo siento es mi naturaleza”. Nos recuerda que no hay que fiarse siempre, hay quien hace daño sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos.

Para conseguir algo hay que hacer algunos sacrificios

No se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos, quiere decir que para conseguir algo hay que hacer algunos sacrificios. Cuando se dice «si se te rompen los huevos, haz una tortilla», quiere decir que ante los imprevistos hay que aprovechar de forma positiva.

No hay que poner todos los huevos en la misma cesta, nos recuerda la conveniencia de diversificar riesgos.

Jordi Tarragona, coach en empresa familiarHay quien mucho cacarea y nunca ha puesto un huevo nos recuerda que hay que valorar la experiencia de quien da consejo; que hay quien genera muchas expectativas sin dar resultado.

Hay que aceptar riesgos en la toma de decisiones

El que no arriesga un huevo no saca un pollo nos recuerda que hay que aceptar riesgos en la toma de decisiones; que hay que estar dispuesto a renunciar a algo para conseguir algo.

Gallina que no pone huevos, al puchero nos recuerda que cuando un proyecto ha llegado a su madurez y deja de aportar resultados hay que abandonar y reutilizarlo con provecho.

Hay que engordar al cochino para sacar buen tocino, nos recuerda que antes de obtener beneficio es necesario hacer que el proyecto cumpla sus fases de crecimiento.

Para conseguir los resultados esperados hay una serie de elementos que son imprescindibles

Jordi Tarragona publica Ángeles y Demonios de la Familia EmpresariaOlla sin tocino es como bota sin vino nos recuerda que para conseguir los resultados esperados hay una serie de elementos que son imprescindibles.

Cuando no hay lomo, tocino como nos indica que hay que buscar soluciones alternativas cuando las previstas no funcionan.

Para acabar con huevos, recordar la importancia de saber si estamos rodeados por zanahorias o huevos. Ante las dificultades (el agua hirviendo) las primeras se ablandan; los segundos, se endurecen.

Artículos relacionados