Amazon ha empezado el año con un incremento en su facturación del 26%, hasta los 75.500 millones de dólares amasados en el primer trimestre. El beneficio neto, sin embargo, se resintió de manera considerable, con un descenso en comparación con los tres primeros meses de 2019 del 22%, hasta los 2.535 millones.
En la facturación hay que desglosar 41.841 millones de dólares que corresponden a las ventas de productos, mientras que los 33.611 millones restantes proceden de los servicios prestados, básicamente alquiler de servidores, donde principalmente obtiene el beneficio el gigante norteamericano del comercio electrónico.
Las pérdidas operativas fuera de su mercado doméstico se han elevado a 398 millones de dólares
De hecho, fuera de los Estados Unidos, el negocio del ecommerce continúa siendo deficitario. Es más: en este primer trimestre de 2020 las pérdidas operativas fuera de su mercado doméstico se han elevado a 398 millones de dólares, cuatro veces más que hace un año, cuando fueron de 90 millones.
Ese dato contrasta con los 1.312 millones de beneficio de operaciones en Estados Unidos y, en especial, con los 7.144 millones de su división Amazon Web Services (AWS), el negocio de alquiler de servidores, Mientras ésta ha registrado un aumento superior al 35%, el beneficio operativo norteamericano se ha reducido en similares proporciones.
