Las Adidas de Son Goku

Albert Vinyals es profesor de Escodi y doctor en Psicología del ConsumoDr. Albert Vinyals i Ros. Profesor de psicología del consumo en Escodi, la escuela universitaria de comercio

Tengo un grupo de Whatsapp de discusión política. Es una escisión de un grupo de amigos de la universidad que cansados de peleas ideológicas mientras hablábamos de otros temas, creamos un subgrupo donde discutir de política, sin filtros ni censuras. Esto por sí solo daría para artículo, pero quiero hablar de un hecho que hoy ha sucedido en este grupo y que me da para analizar mi generación y las posteriores.

Estábamos analizando una disputa en una comisión parlamentaria y yo he dicho que parecía una lucha entre Freezer y Vegeta (de “Dragon Ball”), a lo que un participante del grupo ha apuntado que sí y ha añadido que ha salido una colección de Adidas de «Dragon Ball». Ha enviado una foto y hemos acabado opinando sobre si preferíamos el modelo de Goku, el de Freezer, o el de Vegeta. Estas conversaciones son habituales en nuestra generación, pero serían impensables años atrás, sobretodo si apuntamos que la media de edad de los miembros de este grupo se acerca a los 40 años.

Somos la generación que ha tenido más tiempo libre

Somos los hijos (o nietos) de la cultura pop, criados con cómics, héroes de plástico, videojuegos y horas de televisión infantil en nuestras retinas. Somos de las primeras generaciones que vivieron plenamente la adolescencia, un concepto aparecido en los años cincuenta, pero perfeccionado y expandido con los años. Muchos de estos jóvenes nacidos a partir de los ochenta no empezaron a trabajar hasta pasados los 18 años y solo en trabajos esporádicos de veranos o de fin de semana, ya que cada vez se alargaba más el periodo de estudio, con la consecuente dependencia económica con los padres. Actualmente, el 37% de jóvenes de entre 25 y 35 años tiene título universitario. Somos la generación que ha tenido más tiempo libre y sobre todo los que cada vez han vivido su tiempo rodeados de jóvenes, a diferencia de las anteriores generaciones, en que los adolescentes vivían en un entorno adulto, debido a sus obligaciones laborales. Desde el marketing, se nos considera adultescentes o adulteens: personas en edad adulta, con estilo de vida adolescente.

adolescentes y Psicología del ConsumoLas personas nacidas a partir de los años 1980 son una generación que vive en un presente continuo, ya que tienen un futuro cada vez más incierto, volátil y cambiante y que el pasado caducan inmediatamente, obligándonos a actualizarnos continuamente. El único patrimonio común que se mantiene estable es nuestra infancia y adolescencia y esto lo sabe la sociedad de consumo. Por esto es tan habitual encontrar revivals, secuelas y readaptaciones de los productos culturales de nuestra infancia. Miro la cartelera de cine y, de las 15 primeras películas que aparecen, unos años atrás 6 serían consideradas para público infantil y 4 son cine de acción para un público adolescente. Lo más curioso es que la que ha recibido más buenas críticas “Los increíbles 2”, que 30 años atrás sería impensable dirigirla a adultos. ¿Os imagináis a Humphrey Bogart con 40 años, disfrutando de Shrek, a Fernando Fernán Gómez de joven con unas Adidas de Son Goku o a Clark Gable desayunando con su taza (perdón, ‘mug’) de “Star Wars”?

Se ha infantilizado al consumidor

En la era de la seducción generalizada, el principal objetivo de la sociedad de consumo es expandirse y volverse más deseable. Por esto se ha infantilizado al consumidor, que ahora vive en una adolescencia continua, donde muchas veces suple la precariedad laboral, o la incertidumbre vital, con productos hedonistas que le hagan disfrutar y evadirse. Las marcas tienen clara una cosa: ganar lo máximo posible. Por esto, siempre preferirán a un adolescente de 40 años a uno de 18.

 

 

 

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