Texto y fotos: María Veiga (Chamonix, Francia)
La sostenibilidad y la preocupación por la huella ambiental es un asunto de creciente importancia dentro de las empresas. Más aún lo es para aquellas cuyos productos están enmarcados en actividades deportivas al aire libre, como es el caso de la montaña o el mar. Tener un entorno cuidado y libre de residuos es básico para que los habitantes del lugar quieran acceder a ellos y practicar deporte y, que nuestras playas, montes y también ciudades estén limpias es responsabilidad de todos.
Por supuesto, las empresas no quedan exentas de esta responsabilidad y ya son muchas las que han dado importantes paso en favor de disminuir su impacto y favorecer a la correcta conservación del medio ambiente. Una de ellas es Lafuma, quien el pasado sábado 7 de septiembre llevó a cabo la duodécima edición de la Operación Montaña Responsable en el pueblo francés de Chamonix.
El objetivo de esta iniciativa es tener un día de acción y sensibilización dedicado a proteger los terrenos naturales. Para ello, un amplio grupo de personas –divididos en equipos de unos 60 integrantes– pusieron rumbo a distintos puntos del Mont Blanc para recoger la basura que encontraban a su paso. La otra parte de la caminata consistía en conocer los preciosos alrededores de Chamonix, pero las malas condiciones climatológicas impidieron que todo se desarrollase según la previsión de la organización. Una pena, pues el entorno y el empeño por descubrir los más recónditos lugares de Mer de Glece, Brévent o l’Aiguille bien se merecían una tregua de la niebla.
Resultado satisfactorio
Pese a que la zona de Brévent –la ruta realizada por Diffusion Sport– presentaba un buen aspecto, con escasos residuos a la vista, lo cierto es que los participantes en la iniciativa dejaron patente por qué era esta tan necesaria. A medida que muchos de ellos indagaban entre las rocas y se alejaban de los senderos principales, los trozos de plástico, vidrio o colillas comenzaron a emerger.
El resultado final de la recolección montaña abajo (la idea inicial era la de subida, pero la densa niebla cambió el recorrido a uno más factible y seguro) se mostró en la plaza principal de Chamonix. Allí la organización fue colocando todas las bolsas con basura de los participantes en la Operación Montaña Sostenible y clasificando los residuos para su correcto reciclaje. Todo un ejercicio de civismo y responsabilidad con el medio ambiente admirable y reseñable.
Una jornada con acciones diversas
Además de la menciona recogida de basura y la ruta por la montaña, desde Lafuma también pusieron en marcha una comunidad de iniciativas sostenibles con stands y workshops en la misma plaza donde se expuso la basura recolectada. Allí se podía ver, por ejemplo, un apartado con dos bicicletas que, conectadas a una licuadora, iban elaborando un nutritivo smoothie a medida que se iba pedaleando. También otra zona donde los participantes (o interesados) podían crear su propio bolso a partir de telas recicladas u otra en la que se donaba ropa y material de montaña para proporcionárselo a otras personas que así lo requiriesen.
Más hacia la noche, en riguroso horario francés de cena, hubo una pequeña charla a cargo de los diferentes responsables de Lafuma en Francia o Italia, mediante la cual quisieron concienciar una vez más sobre la importancia del respeto por los entornos naturales y el compromiso de la marca con ello.
Tuvimos tiempo incluso de conocer al primer impulsor de las recogidas hace 35 años, Phillipe Dilloard, un francés de 72 años que inició este camino responsable que Lafuma decidió apoyar en cuanto conoció y que ha cerrado su duodécima edición de la mano de la marca ya pensando en la del año que viene. Larga vida a la (limpia) montaña.
