La primera mujer en realizar el juramento olímpico

esqui-juegos-olimpicos-giuliana-chenal-minuzzo-jpg-3Como otros aspectos del ritual olímpico, el juramento es una adaptación a los tiempos modernos del compromiso de respeto a los reglamentos y al juego limpio que adquirían los competidores en los Juegos de la antigua Grecia. El protocolo olímpico introdujo el juramento en los JJ.OO. de Amberes (Bélgica) 1920 siendo, en su ceremonia inaugural, el waterpolista y esgrimista belga Victor Bouin quien, por primera vez asiendo la bandera olímpica y levantando su mano derecha, pronunció solemnemente el texto redactado por el propio Coubertin: «Juramos que participaremos en los Juegos Olímpicos con un espíritu de caballerosidad, por el honor de nuestro país y por la gloria del deporte».

Primera medallista italiana, protagonizó el juramento en Cortina d’Ampezzo

esqui-juegos-olimpicos-giuliana-chenal-minuzzo-jpg-2Giuliana Chenal Minuzzo es una de las leyendas del esquí italiano. Ganadora de una medalla de bronce en la prueba de descenso en los Juegos de invierno de Oslo 1952, Giuliana se hizo un lugar en la historia olímpica de su país al convertirse en la primera medallista italiana en unos Juegos de invierno. Es muy probable que el CONI (Comité Olímpico Nacional Italiano) y los organizadores de los Juegos de invierno de 1956 en Cortina d’Ampezzo valoraran este hecho a la hora de elegirle para realizar el juramento olímpico en nombre de los deportistas. Por primera vez en la historia del ceremonial olímpico una mujer formuló el juramento en nombre de los deportistas y curiosamente tuvo que hacerlo una segunda vez por exigencias televisivas, ya que al realizarlo el plano visual quedó muy lejano. A petición de los técnicos de la RAI, Giuliana lo repitió para un mejor encuadre de cara a la película oficial de los Juegos.

Indicios de profesionalismo encubierto

esqui-juegos-olimpicos-giuliana-chenal-minuzzoCuriosamente, en  los meses previos a los Juegos mientras intensificaba su programa de entrenamientos, Giuliana tuvo sus diferencias con los dirigentes deportivos porque algunos veían indicios de profesionalismo encubierto por el hecho de reclamar un incentivo económico que le permitiera contratar a una niñera para cuidad su hija Silvana. Pero en aquellos Juegos la felicidad para ella no fue completa, ya que por dos veces se quedó en puertas del pódium con sendos cuartos lugares en el descenso y en el eslalon, prueba ésta en la que quedó a tan solo una décima del bronce. Acabados los Juegos, decidió retirarse para dedicarse a su segunda maternidad. Sin embargo, no pudo resistir el alejamiento de las pistas y, otra vez pese al criterio contrario de algunos dirigentes, se inscribió en las pruebas de clasificación olímpica para los Juegos de Squaw Valley (Estados Unidos) 1960 logrando ganarlas con autoridad y forzando su selección. En sus terceros Juegos blancos, Giulina Minuzzo sorprendió a todos con un bronce en el eslalon gigante quedando a dos  décimas de la medalla de plata y a tres del oro. Finalmente, tras haber obtenido hasta nueve títulos italianos y destacados éxitos internacionales, en 1963 la considerada mejor esquiadora italiana de la posguerra, popularmente conocida como “la mamina volante”(1) decidió colgar definitivamente los esquíes y dedicarse a su familia.

Juan-Manuel-Surroca-Juegos-Olimpicos-MarcadorJuan Manuel Surroca es periodista experto en olimpismo.
Los artículos de esta sección son reproducciones de su blog, que puede consultarse en el sitio
http://elmarcadordejmsurroca.blogspot.com.es/

 

 

 

 

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