Artículo publicado en VIA Empresa y reproducido con permiso expreso de su autor.
Jordi Tarragona es consejero de familias empresarias y abogado; profesor de Empresa Familiar en ADE Universitat Central de Catalunya y coautor del libro “Los Aristegui: una familia, una empresa”, publicado por Profit Editorial.
Éste es un nuevo capítulo de una serie de artículos que quieren dar respuesta a diferentes preguntas sobre la empresa familiar. Si deseas plantear otras cuestiones en torno a esta temática, puedes remitirnos un correo a redac@diffusionsport.com.
¿Qué se tiene que tener en cuenta para iniciar un nuevo negocio, para hacer un planteamiento disruptivo al actual?
La voluntad de quererlo iniciar. Hacer un análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Ponernos gafas de ver oportunidades. Escuchar y apoyar a a la siguiente generación. Ser familia empresaria más que empresa familiar. Si al sector no le veo futuro, vender a buen precio lo antes posible. Observar otros sectores, países; clientes descontentos, necesidades insatisfechas. Escuchar mucho. Analizar la viabilidad económica y los riesgos. La idea es fundamental, la planificación importante y la ejecución crucial.
Mientras haya caja hay tiempo para reestructurarse, para aguantar
¿El rey es la caja?
«Cash is king». El dinero es como el aire; si falta mueres. Mientras haya caja hay tiempo para reestructurarse, para aguantar. Si hay incertidumbre tiene que hacerse además de control, previsión con diferentes escenarios. Si falta, se tiene que negociar todo: costes y plazos.
¿Cómo se desconecta en la empresa familiar?
No es sano estar veinticuatro horas siete días a la semana preocupado y pensando en lo mismo. De vez en cuando es necesario desconectar, para coger perspectiva, para reponer fuerzas. Si no el rendimiento baja, y se puede perder visión. Cada caso y persona es un mundo. Cada uno tiene que encontrar su fórmula: pasear, leer un libro, hacer submarinismo o podar un rosal.
Profesional quiere decir tener en cuenta toda la información y alternativas
¿La dirección de la empresa familiar tiene que ser profesionalizada?
La dirección de la empresa tiene que ser profesional siempre; esto no quiere decir que no pueda ser familiar. Profesional quiere decir tener en cuenta toda la información y alternativas; tener claros los criterios de decisión, a todos los implicados y tanto el corto como el largo plazo. Tener estructuras y sistemas profesionales.
¿Qué mecanismos tenemos que tener en cuenta para que la comunicación a la empresa familiar sea tan fluida como sea posible?
Se tiene que tener en cuenta la dimensión de la empresa y de la familia; no es lo mismo cuatro que cuatrocientos. Tenemos que diferenciar comunicación en la empresa, comunicación de la empresa y comunicación familiar. La empresa tiene que comunicarse con sus clientes, y con sus colaboradores. Si no todos los miembros de la familia trabajan en la empresa y queremos luchar contra la desafección tiene que haber comunicación de la empresa hacia la familia. ¿Cómo se entera la familia de lo que pasa en la empresa? La comunicación dentro de la familia empresaria puede ser difícil, sobre todo ante el fundador. Se tienen que crear espacios de comunicación y el hábito de comunicación. Escuchando, sin juzgar; y haciendo preguntas abiertas.
Es muy importante que el protocolo lo elabore la familia
¿Es necesario implementar un protocolo familiar? ¿Qué pautas se tienen que seguir?
El protocolo o Constitución familiar es un acuerdo marco que regula las relaciones entre la empresa y la familia. Regula temas cómo pueden ser incorporación, reparto de beneficios, órganos de decisión, quién puede ser propietario o relevo, entre otros. Normas existen siempre, escritas o no; el que es muy importante es tener claras qué son y revisarlas de forma periódica. Es recomendable posarlas por escrito y firmarlas. Esto no garantiza su cumplimiento, pero aumenta la probabilidad. Lo que es muy importante es que el protocolo lo elabore la familia; los externos podemos ayudar haciendo de acompañamiento, pero es la familia la que tiene que decidir en su caso concreto qué y cómo regular; porque el adecuado por unos puede ser inadecuado por otros.
Aclaración: estas respuestas están sometidas al mejor criterio; son indicaciones genéricas que tienen que validarse antes de su aplicación a un caso concreto, teniendo en cuenta todas las circunstancias del mismo.
