Cómo conseguir el compromiso de tu equipo

Oriol López Villena consultorOriol López Villena es el Proactivista, asesor de directivos y empresarios y uno de los asesores más inspiradores del Mundo según el libro “The World’s Most Inspiring Accountants”.

El otro día, remirando Seinfeld, topé con un episodio donde el humorista es acompañado durante todo un bolo por Katie, una ayudante que le administra todo el viaje. Katie no deja de hacerle preguntas sobre las preferencias de Seinfeld, que acaba quemado por la insistencia y la poca capacidad de decisión que demuestra su ayudante. Finalmente, su vuelo se retrasa y mantienen esta conversación, con Jerry ya enervado por la situación:

  • Jerry: Tengo que llegar a casa esta noche. Bridgette me esperará al Club Diplomat. Alquila un coche.
  • Katie: Mediano, de lujo o deportivo, ¿qué prefieres?
  • Jerry: No tengo ninguno de preferencia, ¿de acuerdo? Simplemente, ¡toma una decisión tú sola! Deja de molestarme con cada pequeño detalle, ¡por favor!
  • Katie: De acuerdo, tú eres la celebridad.

informe sobre la práctica del andarDe camino a casa con el coche alquilado, Jerry duerme y Katie conduce. Cuando se despierta, surge esta conversación:

  • Jerry: ¿Dónde estamos?
  • Katie: No estoy segura.
  • Jerry: Pero estamos en la carretera, ¿verdad?
  • Katie: Uy, hemos dejado atrás la carretera hace media hora.
  • Jerry: ¿Cómo? ¿Y por qué no me has despertado?
  • Katie: Me has dicho que no te estorbara con pequeños detalles.
  • Jerry: ¡Abandonar la carretera es un gran detalle!
  • Katie: De acuerdo, ahora ya lo sé. ¿Tengo que seguir adelante o dar media vuelta, qué prefieres?

Me recordó al Mensaje a García, un artículo de Elbert Green Hubbard que un cliente mío entregaba a sus empleados cuando entraban a trabajar en la empresa, y que aclaraba lo que esperaba de ellos. El artículo, escrito hace más de cien años, hablaba del que él entendía como el héroe de la Guerra de la Independencia de Cuba, un hombre llamado Rowan, que fue el encargado de enviar una carta al General García. Se lo encargaron con una simple frase: «llévale este mensaje al General García.» Y Rowan, cogiendo el mensaje, y sin preguntar aspectos como dónde lo encontraría y cómo llegaría a él, entre otros que se me ocurren, cumplió su propósito.

Como empresarios, todos queremos en Rowan a nuestro equipo, ¿verdad?

Compromiso mejor que cumplimiento

talento y equipo humanoPero no se trata de quejarnos de que nuestros trabajadores nos lo preguntan todo y no toman decisiones, por pequeñas que sean. Esto sería una excusa que no dependería de nosotros. La pregunta correcta es: ¿qué podemos hacer nosotros para que los Rowan de nuestras empresas se comporten como el de la Guerra de Cuba y no como Katie de Seinfeld?

Hay dos grandes cosas que puedes hacer. La primera está en ti, y la segunda en la empresa.

Respecto a ti, debes tener claro que:

  1. El error forma parte del juego. Ya sé que nadie mejor que tú hará esta tarea, pero también tú te has equivocado en el pasado, ¿verdad? El jefe de producción de una empresa industrial me decía hace unas semanas que su predecesor los dejaba espabilarse y aceptaba el error, responsabilizándose ante la dirección.
  2. Delegar no es traspasar un problema, sino acompañar en la solución. El trabajo es de quien lo recibe, y esto no debe cambiar nunca. Sin embargo, tu figura debe ser la de acompañante y mentor. Tienes que guiar a la persona en la solución y, como hacía mi padre en la empresa familiar, exigir tres próximos pasos a cada pregunta que entraba en su despacho.
  3. No todo el mundo es en Rowan, pero tu empresa debe hacer florecer a los que sí lo son. Al contrario de lo que muchos dicen, como empresario no puedes motivar, pero sí desmotivar. Esto significa que tienes que crear un entorno donde los Rowan florezcan, sin limitarlos. Si creas un espacio de trabajo pensado para aquellos que no están motivados y los tienes que controlar de demasiado de cerca, los Rowan marcharán y las Katie se quedarán.

En cuanto a los factores que influyen en la empresa, los resumiré con mi Principio PAAR de las relaciones laborales, que explico en detalle en mi libro «Crece y Prospera«, y que podríamos resumir con el siguiente proceso visual:

Compromiso de equipo

Como puedes ver, la diferencia entre el cumplimiento (Katie) y el compromiso (Rowan) descansa en una relación simétrica por parte de empresario y trabajadores: por parte de la empresa, un camino a seguir y suficiente autonomía para recorrerlo solo; y por parte del trabajador, no perder el camino, y ser responsable de las elecciones hechas. Si, como ocurre en muchas empresas, sólo dices qué hacer y el trabajador lo hace, tendrás cumplimiento, pero no compromiso.

Si quieres que hablemos sobre cómo conseguir que tu equipo se comprometa y, por tanto, tome decisiones que te hagan ganar tiempo y tranquilidad para hacer de empresario y centrarte en el crecimiento de tu empresa, agenda una llamada conmigo, y hablamos.

¡Espero que encuentres muchos Rowan en tu vida!

Artículo publicado en el blog de Oriol López Villena y reproducido con el permiso expreso de su autor.

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