«Apostamos por Ispo porque es una feria que nos genera tráfico de visitantes y, en cuatro días, conseguimos 120 reuniones; lo cual supondría un coste enorme si tuviéramos que efectuar todas estas visitas a nuestros clientes», ha explicado a Diffusion Sport Juan Carlos Souweine, gerente de Comercial Group, firma que el pasado año registró un crecimiento del 12% en su negocio, «sobre todo impulsado por el merado exterior».
La enseña, presente en más de 60 países, confía en crecer en este ejercicio en torno al 15%. «Dos tercios de la campaña ya están cerrados», asegura Souweine, quien recuerda la condición de partner oficial de Speedo que ostenta Comercial Group. «En nuestros gorros hemos efectuado un paso adelante en digital, posibilitando una impresión con una extraordinaria definición, hasta el mismo borde de la pieza, algo que no hace ninguna otra compañía», subraya Juan Carlos, quien añade que este servicio es posible gracias a la incorporación de nueva tecnología a la planta de Barcelona.
Sublimado de bañadores
«Estamos apostando por la personalización, por las series cortas, por un servicio rápido. Todo esto nos permite abrir mercado, más en el exterior que en nuestro país». Asimismo, Juan Carlos Souweine también declara que «estamos prestando mucha atención al sublimado en bañadores, usando tejidos de máxima calidad de fabricantes italianos para series cortas. El PVT brinda resistencia al cloro y productos químicos, consiguiendo una gran durabilidad».
Con Ras, la enseña registró un progreso durante 2019 del 20%. En este ejercicio, las previsiones apuntan a un avance del 25%, «gracias a la introducción en nuevos países». España, Francia e Italia son mercados donde la marca funciona bien, así como también en Alemania, de reciente apertura. «Hallamos asimismo un buen filón en las tallas grandes para señora, con unos diseños que permite que esta tipología de consumidora se sienta bien cuando acude a la piscina, con unos modelos que presentan un toque elegante y mucho color», informa Juan Carlos, quien confirma que parte de la producción de Ras se realiza en Barcelona, mientras que el resto se fabrica en países del arco mediterráneo. «Tenemos la sensación que muchos procesos productivos pueden regresar a Europa», concluye.
