En octubre, y tras haber finalizado las rebajas, los precios del vestido y el calzado se dispararon y crecieron un 11,2%, según el Instituto Nacional de Estadísticas. De este modo, dicho capítulo se convirtió, de largo, en el que experimentó una mayor alza, a distancia con el siguiente (la vivienda, con un 2,1%), y contribuyendo de manera decisiva a que la variación de la inflación mensual se incrementara en un 1,1%.
Sin embargo, en lo que llevamos de año los precios del vestido y el calzado han caído un 2%, en contraste con el incremento del total de productos y servicios, que se han encarecido por término medio en un 0,6%. Solo el ocio y la cultura ha registrado un retroceso mayor (del 2,8%).
En el último año, el vestido y el calzado se han revalorizado un 0,9%, ligeramente por encima del índice interanual del IPC, que se sitúa en el 0,7%.
En octubre, lo que más se encareció de dicho capítulo fueron las prendas de vestir de mujer, que vieron elevados sus precios en un 14,1%. Paradójicamente, en lo que va de año es también el que se ha abaratado más desde enero; en concreto, un 3,1%, una décima más que el calzado femenino, que en octubre vio subir sus precios en un 6,7%.
