España presentó en 2015 un saldo comercial positivo con Gran Bretaña en el capítulo de deporte, según los datos (todavía provisionales) del Instituto de Comercio Exterior. Y es que el pasado año las exportaciones experimentaron un crecimiento del 26,92%, hasta los 77,775 millones de euros, que neutralizaron el aumento de las importaciones próximo al 10%. Las importaciones, tras progresar un 9,61%, alcanzaron los 71,617 millones.
Cabe señalar que el pasado año fue el primero en la década que culminó con un saldo comercial positivo para España, después de ejercicios en los que las importaciones superaron claramente a las exportaciones. En 2007, el valor de las importaciones significaron más del doble de las de este último año, rozando los 150 millones, mientras que por aquel entonces las exportaciones apenas rebasaron los 64 millones. Las exportaciones españolas de deporte a la Gran Bretaña alcanzaron su punto más bajo en 2011, ligeramente por encima de los 40 millones, mientras que las importaciones en este capítulo tocaron suelo al año siguiente con 54,2 millones.
La náutica deportiva concentra dos quintas partes de las exportaciones españolas a Gran Bretaña en el capítulo mencionado, doblando la representatividad de motocicletas y bicicletas. El calzado deportivo supone el 8,5% de estas ventas al mercado británico, dos puntos por encima del textil. La munición reúne un 3,7% del volumen deportivo exportado al Reino Unido, algo más del doble de lo que representan las armas de caza y deportivas. El camping y la montaña apenas alcanzan el 1,22% de esos casi 78 millones de deporte exportado a la Gran Bretaña, donde un 15,13% corresponde a otros artículos deportivos.
