Los atractivos turísticos en torno a las estaciones pirenaicas francesas nutren de practicantes de esquí dichos dominios. Según Jérôme Meunier, director de Neus Catalanes (asociación que agrupa a siete estaciones del área del Languedoc-Rosellón), uno de cada dos turistas que acuden a esos ‘resorts’ practica deportes de invierno.
Los responsables de estas estaciones confían que esta temporada la meteorología permitirá mejorar los resultados de la anterior campaña, en la que se registraron descensos generalizados (a excepción de La Quillane y de Porté-Puymorens). En general, la cifra de negocio retrocedió un 7,1% frente a la temporada anterior, y un 3,2% respecto a 4 años atrás.
Señalan desde Neus Catalanes que cada euro destinado a forfaits de esquí generan seis euros suplementarios a la economía de la zona. Se calcula que anualmente se generan unos 150 millones de euros, así como 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos en invierno y un millar, todo el año. Un 2% de esa riqueza se destina a prendas y material, al cual hay que añadir un 5% de alquiler de materiales (un 15% del gasto total no se ha podido identificar su destino).
