La proliferación de manteros que comercializan productos falsificados en las calles de las principales ciudades de nuestro país está generando una creciente indignación entre los comerciantes. Profesionales de la distribución han expresado a Diffusion Sport su malestar por la permisividad existente ante esta práctica por parte de las autoridades municipales.
«La segmentación tan desproporcionada que han llevado a cabo las marcas ha proporcionado a los mayoristas de la falsificación una información altamente valiosa para sus intereses, ya que ahora saben cuáles son los modelos icónicos que gozan de una sobredemanda y donde conseguirán el negocio más seguro -señala el responsable de una importante central de compras española-. La realidad es que muchos honrados comerciantes están asistiendo a este espectáculo con enorme frustración. Los delincuentes se instalan a la puerta de sus establecimientos para llevar a cabo “su negocio” mientras, en algunos casos, los clientes de toda la vida no entienden cómo es posible que el detalllista no disponga del modelo deseado».
Los profesionales de la distribución manifiestan que las marcas no actúan con la suficiente contundencia contra estas prácticas, reclamando a las autoridades y a las altas instancias políticas la adopción de medidas que eviten esta lacra económica y social. «Los ayuntamientos son cooperadores (por omisión de su responsabilidad) de este delito continuado y consentido. Al frente de los consistorios tenemos a políticos que demuestran su incompetencia al ser incapaces de atajar un problema que está absolutamente desbordado».
