Fuente: Webloyalty
El precio no lo es todo para el consumidor, al menos en España. A la hora de decantarse por un producto influyen diversos factores, como puede ser el caso de la situación política o la economía global del país. Todo ello repercute en la confianza de los compradores y aúpa o debilita el consumo según sea la situación, tal y como recoge un estudio de Webloyalty.
Pese a estos elementos de influencia, España se sitúa como uno de los países en los que los consumidores se ven menos influidos por el precio, solo superados por Noruega. Así, un 36% de los compradores españoles se ve altamente influenciado por un coste bajo mientras que el resto optan por productos con una mejor relación calidad-precio. En el lado opuesto Brasil (63%) y Turquía (61%), donde una amplia mayoría tiene muy en cuenta, es decir, está muy influenciada por el precio de cara a una hipotética compra.
Los jóvenes «casi» omiten el precio
Ir a la última prima entre los llamados millennials y el precio suele ser un escollo inexistente, al contrario que sucede para sus padres. Asimismo y reforzando esta afirmación, según una encuesta de Nielsen, los jóvenes están dispuestos a pagar más por productos sostenibles, por lo que el precio queda todavía más en un segundo plano.
Además, el grupo de personas que comprende edades desde los 65 años también suele ser menos susceptible al precio pues, normalmente, no tienen obligaciones financieras. Finalmente, aquellos entre 45 y 64 años sí están muy influenciados por el precio del producto, más que por otros factores como la calidad o la sostenibilidad.
Respecto a la ocupación profesional, los o las amas de casa con hijos y un solo sueldo están más atentas a las ofertas y promociones, seguidas de las personas sin empleo. De nuevo los jóvenes, en este caso los trabajadores junior o los estudiantes, son el segmento que menos se fija en el precio.
