El salón de la industria gráfica mostrará soluciones de personalización de artículos
«Somos facilitadores. Procuramos conectar sectores y queremos trasladar la innovación del mercado de las artes gráficas al del deporte, aportando valor añadido». Así se ha expresado Xavier Pascual, director de Graphispag, salón de las industrias y comunicaciones gráficas que se celebrará en Barcelona entre el 21 y el 23 de marzo y que, en esta ocasión, mostrará interesantes soluciones de personalización de artículos de deporte para elevar la rentabilidad del punto de venta.
«El consumidor está dispuesto a pagar un sobreprecio por un producto personalizado», subraya el director de este salón que reunirá 9.000 metros cuadrados de exposición, un millar de los cuales se destinará a un gran showroom donde se mostrarán las diferentes posibilidades que la industria gráfica ofrece al sector del deporte. Para ello, se invitará a profesionales de la industria y de la distribución deportivas «para que puedan descubrir que aquí hay una auténtica oportunidad de negocio -ha manifestado Xavier Armengou, director general de Roland DG Iberia S. L.-. En algunos sectores, como en la electrónica de consumo, esta opción ya se está implementando y los márgenes se están disparando, pues el coste de la materia prima es residual, las máquinas son fácilmente amortizables y, al mismo tiempo, permiten una diferenciación. Está demostrado que un comercio que abre y no aporta un valor diferencial tiene que cerrar a los tres meses».
Customización no es personalización
A través de tecnología ultravioleta, es posible personalizar todo tipo de artículos deportivos: cascos, bidones, raquetas, palos de golf, camisetas, espinilleras, calzado, esquís… «Soluciones que no hay que confundir con la customización -puntualiza Armengou-, que es mucho más limitada y se reduce a la aplicación de unas plantillas. La personalización que proponemos permite reproducir cualquier imagen en un objeto, de manera que se crea un artículo único. Suunto, por ejemplo, permite al consumidor customizar sus relojes añadiendo al precio un 20% adicional». En el caso de las carcasas de móvil, por ejemplo, la personalización puede multiplicar por cinco el precio del producto en sí, manteniéndose el carácter residual de los costes del servicio.
A la posibilidad de crear tiradas cortas hay que añadir el recorte de los plazos. «Recientemente acudí a la tienda Nike de Barcelona, que permitía customizar sus productos. La sorpresa fue mía cuando, para disponer del artículo, debía esperar cinco días. En este caso, el consumidor puede disfrutar de su compra personalizada de inmediato», afirma Xavier.
Mayor ‘engagement’ con el consumidor
La incorporación de este servicio asociado «comporta, además, un ‘engagement’ con el consumidor -afirma Oscar Visuña, director de Commercial & Industrial Printing de Epson Ibérica-. Eso acaba comportando más visitas al punto de venta y la posibilidad que el visitante adquiera más artículos y, por tanto, el ticket medio aumente». En este sentido, cabe señalar que Epson dispone de soluciones de videoproyección que funcionan como potentes elementos de comunicación en la tienda. «Son soluciones para quienes saben ver en la tecnología la ventaja competitiva», apunta Oscar.
Además de la personalización de los artículos que oferta el punto de venta, las soluciones que brinda la industria gráfica facilitan la renovación de los escaparates y de la decoración de la tienda. Y es que es posible desarrollar interiorismo con algunas de las máquinas que proponen Roland o Epson; como por ejemplo implementar una simulación de pistas de atletismo o de tatami en el piso de la tienda o decorar las paredes de manera atractiva y personalizada. «Y, por supuesto, agilizando los procesos y los plazos y abaratando los costes», destaca Xavier Armengou, quien manifiesta asimismo que «todo objeto en la tienda es susceptible de personalización; incluso la propia máquina que personaliza los artículos…».
Sacar del anonimato a los consumidores
El director general de Roland Iberia invita a reflexionar, además, de «cómo estas soluciones nos permitirán sacar del anonimato a los consumidores; y hacerlo a un precio razonable». A ello ha contribuido la evolución experimentada por los plotters, que han visto reducir su tamaño propiciando máquinas aptas para la personalización de pequeños artículos.
Así las cosas, el abanico de soluciones es amplio. Existe tecnología disponible en corte, en impresión y corte, en impresión directa, en impresión en textil, en sublimación, en personalización de objetos… Soluciones que pueden combinarse entre sí y que se adaptan a la economía de cualquier detallista. Los costes oscilan entre los 1.100 euros de una máquina de corte a los 24.000 euros de la más completa. Las fórmulas de renting hacen más accesible esta tecnología a la distribución, con costes mensuales que oscilan entre los 30 y los 690 euros. La amortización de la tecnología también resulta razonable, pues gira en torno al año y medio. «El retailer debería aparcar sus miedos, pues el consumidor ha experimentado cambios en sus hábitos. Y la práctica deportiva está asociada a la emoción y al compartir, por lo que en la personalización interviene un potente efecto emocional que habrá quienes sabrán aprovechar. Y quienes se muestran más inquietos y son los primeros en incorporar esta tecnología son quienes consiguen sacarle partido», declara Oscar Visuña.
También texturas
La maquinaria a incorporar en el punto de venta apenas ocupa espacio. Asimismo, el detallista recibe formación adecuada para brindar un servicio óptimo. En apenas tres minutos, el consumidor puede ver reproducido en el artículo que adquiere la imagen deseada. Y no solo una imagen plana, sino que la tecnología posibilita la incorporación de texturas que hacen más verosímil esa reproducción y genera experiencias y sensaciones añadidas en el cliente.
Soluciones, todas ellas, que podrán verse en breve en Fira de Barcelona, en el salón Graphispag.
