La consultora McKinsey ha publicado un estudio en torno a la situación del reciclaje de textiles en Europa. El informe confirma el potencial económico que arroja esta actividad, con interesantes expectativas de cara a 2030.
Así, según este análisis, hoy en día se generan más de 15 kilogramos de residuos textiles por persona en Europa. La mayor fuente de desechos textiles es la ropa y los textiles para el hogar desechados por los consumidores, que representan alrededor del 85 por ciento del desperdicio total. La generación de residuos textiles es problemática, ya que la incineración y los vertederos, tanto dentro como fuera de Europa, son sus principales destinos finales. Esto tiene varias consecuencias negativas para las personas y el medio ambiente. Pero se avecina una transformación significativa que podría crear una nueva industria grande y sostenible que convierta los desechos en valor.
Las estimaciones indican que el 70 por ciento de los desechos textiles podrían reciclarse fibra a fibra
Existen múltiples formas de abordar el problema de los desechos, incluida la reducción de la sobreproducción y el sobreconsumo, la extensión de la vida útil del producto y el diseño de productos para una mayor circularidad. Una de las palancas más sostenibles y escalables disponibles es el reciclaje de fibra a fibra: convertir los desechos textiles en nuevas fibras que luego se utilizan para crear ropa nueva u otros productos textiles. Este espacio se caracteriza por una innovación acelerada y una carrera hacia la escala. Algunas tecnologías, como el reciclaje mecánico de algodón puro, ya están establecidas. Otras tecnologías, como el reciclaje químico del poliéster, han sido objeto de una intensa investigación y desarrollo y están al borde de la comercialización. Una vez que estén completamente maduros, las estimaciones indican que el 70 por ciento de los desechos textiles podrían reciclarse fibra a fibra. El 30 por ciento restante requeriría reciclaje de circuito abierto u otras soluciones, como producir gas de síntesis a través del reciclaje termoquímico. Sin embargo, hoy en día, menos del 1 por ciento de los desechos textiles se recicla fibra a fibra debido a varias barreras de escala que deben superarse.
El reciclaje de fibra a fibra podría llegar al 18 al 26 por ciento de los desechos textiles brutos en 2030
La recolección, clasificación y preprocesamiento limitan la cantidad de desechos textiles disponibles para el reciclaje de fibra a fibra. Las tasas de recolección son actualmente del 30 al 35 por ciento en promedio, y una gran parte de los desechos brutos sin clasificar se exporta fuera de Europa. Además, la mayoría de las tecnologías de reciclaje de fibra a fibra tienen requisitos de entrada estrictos para la composición y pureza de la fibra; por ejemplo, el elastano es problemático para varias de estas tecnologías. En consecuencia, los desechos textiles deben escanearse y clasificarse de acuerdo con los requisitos de entrada relevantes. Como otro ejemplo, a los jeans se les deben quitar las cremalleras y los botones, un problema que debe resolverse mediante el preprocesamiento. Todavía no se han desarrollado la clasificación y el preprocesamiento avanzados, precisos y automatizados de la fibra. Finalmente, para alcanzar su máximo potencial, las tecnologías de reciclaje de fibra a fibra deben expandir aún más su capacidad para manejar mezclas de fibras, reducir sus costos y mejorar la calidad de su producción; estos cuellos de botella impiden que la economía textil circular crezca. El análisis indica que al superar estas barreras, el reciclaje de fibra a fibra podría llegar al 18 al 26 por ciento de los desechos textiles brutos en 2030, como se ilustra en el Anexo 1.
Para alcanzar esta escala, estimamos que se necesitarían inversiones de capital en el rango de 6 mil millones a 7 mil millones de euros para 2030. Toda la cadena de valor, incluida la recolección, clasificación y reciclaje de textiles, requiere inversiones para alcanzar la escala. El análisis indica que esta industria podría, una vez que haya madurado y escalado, convertirse en una industria rentable y autónoma con un fondo de ganancias de entre 1.500 y 2.200 millones de euros para 2030. La cadena de valor del reciclaje de textiles podría crear una materia prima nueva y valiosa que permita una mayor producción de prendas de vestir en Europa, lo que puede generar una creación de valor adicional por encima de lo cuantificado en este informe.
Las emisiones de CO2e podrían reducirse en aproximadamente 4 millones de toneladas
Más allá de los beneficios económicos directos, escalar el reciclaje de textiles desbloquea varios beneficios ambientales y sociales. Por ejemplo, en nuestro escenario de caso base, se podrían crear alrededor de 15.000 nuevos puestos de trabajo y las emisiones de CO2e podrían reducirse en aproximadamente 4 millones de toneladas, lo que equivale a las emisiones acumuladas de un país del tamaño de Islandia. Al cuantificar en términos monetarios varias otras dimensiones de impacto, como los efectos secundarios en el PIB de la creación de empleo, la reducción de las emisiones de CO2e y la reducción del uso del agua y la tierra, el análisis muestra que la industria podría alcanzar los 3.500 a 4.500 millones de euros en total. impacto holístico anual para 2030, llegando a un retorno de la inversión de impacto holístico anual de 55 a 70 por ciento (Anexo 2).
Para aprovechar esta oportunidad, la colaboración y la innovación serán clave:
• Los cuellos de botella identificados que impiden la escala son significativos y requerirán que varias partes interesadas actúen con valentía. El reciclaje de textiles en Europa no alcanzará un estado favorable para 2030 a menos que se tomen medidas importantes rápidamente. Este informe identifica cinco ingredientes principales para el éxito.
• Escala crítica. La cadena de valor del reciclaje textil no puede funcionar a pequeña escala. Se requiere una escala crítica a lo largo de la cadena de valor para proporcionar suficiente materia prima2 a las tecnologías de reciclaje de fibra a fibra necesarias y para permitir que esas tecnologías de reciclaje operen a escala. Por lo tanto, la industria debe establecer objetivos de escalamiento audaces y cumplirlos.
• Colaboración real. Varios de los principales desafíos que se avecinan se resuelven mejor de una manera altamente colaborativa. Los líderes empresariales de toda la cadena de valor, los inversores y los líderes de las instituciones públicas tendrían que unirse de una manera sin precedentes para participar en un esfuerzo conjunto altamente operativo para superar las barreras de escala.
• Financiación de transición. Si bien el análisis indica que la industria del reciclaje de textiles podría, una vez que haya madurado y escalado, volverse autónoma y rentable, se necesitarán fondos de transición a corto plazo. Ejemplos de tales fondos incluyen subsidios (potencialmente fondos de responsabilidad extendida del productor [EPR]) y una prima verde (potencialmente compartida por marcas y consumidores). Es posible que se necesiten soluciones público-privadas.
• Inversiones. Varias partes de la cadena de valor deben construirse casi desde cero, lo que requiere un gasto de capital significativo. El análisis indica que se puede realizar suficiente valor económico para compensar el riesgo requerido. Los inversores privados liderarían este viaje tomando la iniciativa para financiar la construcción de la cadena de valor.
• Empuje del sector público. Los líderes de las instituciones del sector público tendrían que ayudar a impulsar el reciclaje de textiles. Las medidas incluyen aumentar las tasas de recolección, limitar la exportación de desechos textiles sin clasificar, participar en la estimulación de la demanda, crear marcos armonizados para una mayor circularidad, así como otras iniciativas.
La oportunidad para la circularidad textil y las acciones necesarias para capturarla
El reciclaje de fibra a fibra a escala puede ayudar a abordar el problema de los residuos en Europa al convertir los residuos en valor. La industria europea de prendas de vestir y textiles puede comenzar a expandir la infraestructura requerida para la recolección, clasificación y reciclaje de circuito cerrado hoy. Este informe establece la oportunidad que está en juego para la circularidad textil y destaca las acciones necesarias para capturarla. Además, se espera que este informe pueda ser una base para futuras investigaciones y colaboraciones para establecer el reciclaje textil a escala en Europa.