Rider, la marca de las célebres sandalias brasileñas, se ha ganado la confianza de uno de los mayores deportistas españoles de la Historia. Saúl Craviotto, dos veces campeón olímpico y otras tantas campeón del Mundo de piragüismo, ha alcanzado un acuerdo de colaboración con esa firma de calzado para tiempo libre que comercializa Brasilien TCC Shoes.
Cuatro medallas olímpicas
«Para Rider constituye todo un orgullo colaborar con Craviotto, un icono del deporte español que contribuirá a dotarnos de visibilidad en el mercado deportivo», ha manifestado a Diffusion Sport el gerente de Brasilien TCC Shoes. No en vano, hay que recordar que Saúl Craviotto reúne en su palmarés un total de cuatro medallas olímpicas, pues a las dos de oro, logradas en los Juegos de Pequín 2008 y en los de Rio de Janeiro 2016, se le añaden una de bronce también en esta convocatoria en Brasil y una de plata en la cita de Londres 2012.
En los Campeonatos del Mundo, el piragüista subió a lo más alto del cajón en 2009, en Darmouth (en el Estado norteamericano de Massachusetts), y en 2010, en Poznan (Polonia), conquistando el oro en la modalidad de relevos 4×200 metros en K1, además de conquistar la plata en ambas citas en los 200 metros en K2. Igualmente, en 2013 y en 2014 obtuvo el bronce en la prueba individual de 200 metros, en Duisburgo (Alemania) y en Moscú.
Buenas prácticas en su producción
Saúl Craviotto ha sabido valorar la comodidad que aporta Rider, cuyas sandalias constituyen una excelente opción para el tiempo libre. A su condición vegana (productos en los que no interviene ningún componente de origen animal) se le añaden los procesos ecoeficientes en la fabricación de este calzado, así como también la observación de buenas prácticas en su elaboración.
Grendene, la compañía fabricante de Rider, se caracteriza por su compromiso con la sostenibilidad. La empresa brasileña fabrica sus productos básicamente con PVC, un material 100% reciclable. Asimismo, en su producción utiliza material reciclado, en una proporción que va del 30 al 100%; productos que son veganos y ausentes de cualquier tipo de toxicidad.
Una industria ecológica
Las plantas de producción de Grendene se hallan entre las más ecológicas de toda la industria del calzado. Todo su proceso de producción es monitorizado para garantizar el mínimo impacto ambiental, reciclándose el 30% del material generado.
Asimismo, para la fabricación de un par de sandalias se utiliza menos de un litro y medio de agua y 0,209 gigajulios de energía. Apenas se generan 9 gramos de residuos por par, lo cual contrasta con los 140 gramos que se generan en la fabricación de calzado a partir de otros materiales. Las perchas que se utilizan para su presentación se fabrican con material 100% reciclado y procedente de postconsumo.
Garantías de buenas prácticas
Grendene cuenta con certificaciones oficiales que avalan unos cuidados procesos de producción. Al sello de la Vegan Society del Reino Unido que controla el carácter vegano de sus productos se le añade el certificado FSC expedido por el Stewardship Council que garantiza que en los embalajes se utiliza papel de manejo forestal seguro.