Hombre, entre 35 y 45 años, de nivel medio, procedente de entorno urbano y que practica el esquí con una frecuencia moderada. Así es el perfil dominante del esquiador que visita las estaciones españolas de invierno, según el estudio realizado por Atudem, la Asociación Turística de Estación de Esquí y Montaña de España. Aun así, el informe destaca la importancia de la mujer en la práctica de los deportes de nieve.
La edad de referencia mencionada cuenta con algunas excepciones destacadas (de hecho, varias estaciones nos reportan una edad media verdaderamente baja). Sin embargo, la presencia de otras estaciones con edades promedio más altas da como resultado el perfil de un esquiador de mediana edad, entre la treintena y la cuarentena. La procedencia geográfica predominante es urbana, principalmente de las grandes ciudades.
Motivaciones para escoger pista
Para la elaboración de este informe nos hemos interesado también por las motivaciones que mueven a los visitantes a la hora de elegir una estación de esquí. La proximidad y facilidad de acceso es uno de los argumentos más mencionados, pero se valoran otros factores como la oferta de un entorno familiar (propicio para la práctica del esquí en familia), la calidad de la nieve y la disponibilidad de diferentes niveles de dificultad en la misma estación.
El esquiador medio en España no es un recién iniciado, como sabemos, pero tampoco un experto. Predomina el perfil de una persona activa con un nivel intermedio, que disfruta de la práctica del deporte o la actividad física sin necesidad de enfrentarse a grandes niveles de dificultad. Algo similar ocurre con la frecuencia: como corresponde a un perfil de esquiador de nivel intermedio, su asistencia a las estaciones de esquí es esporádica, con cierta regularidad pero en un nivel moderado.
Equilibrio saludable a medio y largo plazo
Este perfil permite extraer algunas conclusiones positivas respecto a la buena salud del esquí en España. Por ejemplo, que la estabilidad del sector no depende de un grupo reducido de personas que acuda con alta frecuencia, sino de un elevado número de practicantes. Sin duda, éste es un elemento positivo para el equilibrio del esquí español en el medio y largo plazo.
Desmontando el mito del esquí como práctica elitista
Igualmente, merece la pena destacar que el perfil recogido a partir de datos de las estaciones desmiente el mito del esquí como un deporte caro o ‘para las élites’. Ni se aprecia la concurrencia de un alto poder adquisitivo entre los practicantes, ni el retrato del visitante permite concluir que haya un grupo homogéneo. Por el contrario, se trata de personas de distintas procedencias, con niveles y preferencias dispares.
¿Hay relevo?
El 28% de los visitantes de pistas de esquí son menores de edad. Esto significa que más de 1,5 millones de las entradas en las estaciones corresponden a jóvenes esquiadores que aún no han cumplido los 18 años. Es una estadística positiva en tanto que avala el futuro del sector.
Entre el grupo de menores de edad, el más numeroso es el de la franja de 13 a 16 años: adolescentes que practican el esquí en compañía de sus familias. Le sigue el grupo de niños y niñas de entre 6 y 12 años y, en tercer lugar, el de menores de 5. Este último corresponde a familias que optan por asistir a las estaciones de esquí para disfrutar de un día de ocio en compañía de sus familias.
