Prever el futuro

Jordi Tarragona, coach en empresa familiarJordi Tarragona es consejero de familias empresarias y abogado; profesor de Empresa Familiar en ADE Universitat Central de Catalunya y coautor del libro “Los Aristegui: una familia, una empresa”, publicado por Profit Editorial.

‘¿Saben aquél que diu’ que «una persona llama a la puerta en la que hay un rótulo de ‘adivino’ y desde dentro le preguntan «¿quién es?…»; o ‘aquell altre’ de que «es difícil hacer predicciones, sobre todo sobre el futuro».

Para analizar el entorno y el futuro de la empresa y de la familia es recomendable «salir del cuadro» mental que nos limita. El futuro hoy en día es más disruptivo que nunca: tenemos la realidad aumentada, la inteligencia artificial, la robótica, la impresión 3D, el diseño genético, la economía circular, el Covid, la guerra de Ucrania…

Eaconsejable establecer procesos transparentes con intervención de profesionales externos

Al escoger a los continuadores en la gestión de la empresa familiar es muy fácil caer en el error de mirar las habilidades necesarias en el pasado, en lugar de mirar hacia el futuro. La capacidad de los progenitores para evaluar la idoneidad de sus hijos puede no ser objetiva, tiende con facilidad a ser extrema, es decir, a subestimar o sobrestimar. Por tanto, es aconsejable establecer procesos transparentes con intervención de profesionales externos y con un seguimiento de carrera con indicadores medibles de cumplimiento.

El mejor indicador de cumplimiento futuro es el alcanzado en el pasado, aunque, como advierten en las propuestas de inversión, no constituye una garantía.

Organizar las relaciones de la familia con los propietarios y con la empresa

empresa familiar, donde empresa es lo sustantivo y familiar lo adjetivoSi la familia empresaria desea continuar, debe organizar las relaciones de la familia con los propietarios y con la empresa, clarificando ámbitos de actuación, despersonalizando temas, previendo los escenarios y las soluciones, en una constitución o protocolo familiar.

Si se limita a la prevención de problemas puede provocar desencanto: hay que prestar atención a que plantee un futuro atractivo, a que refleje un sueño atractivo y compartido.

Una visión colectiva del futuro

Iván Lansberg denomina sueño compartido a «una visión colectiva del futuro que inspira a los integrantes de una familia a comprometerse con el trabajo duro de la planificación y con todo lo necesario para mantener la colaboración y alcanzar los objetivos».

Se ha de basar en la realidad empresarial y familiar y, por tanto, ha de revisarse de forma periódica. Además, hay que hacer la revisión para adaptarlo y que mantenga su atractivo. Ha de conectar emocionalmente con todos los integrantes de la familia empresaria. Por esto es necesario que todos ellos participen en su elaboración y revisión periódica.

Artículo publicado en Expansión y reproducido con permiso expreso de su autor.

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