Entrevista a Xavier Pladellorens y Àngel Corcuera, socios fundadores de Deporvillage
Jóvenes con inquietud emprendedora, con una visión de negocio y decididos a poner el máximo empeño en una aventura digital. Xavier Pladellorens y Àngel Corcuera unieron definitivamente sus vidas hace algo más de diez años, cuando tomaban un aperitivo en un bar de Calders (Barcelona). «Queríamos poner en marcha un proyecto digital -afirma Àngel-. En ese momento estaba en boga la web de Privalia, orientada al mercado de la moda; pero el de deporte no estaba cubierto».
Si el contrato inicial de Messi con el Futbol Club Barcelona quedó reflejado en una servilleta de papel, la idea de Xavier y Àngel quedó fijada en la mente de ambos mientras distendidamente compartían unas patatas fritas y un vermut. Una década después, ese proyecto denominado Deporvillage se ha convertido en una referencia en el ecommerce deportivo, con una facturación de 120 millones de euros en el último ejercicio.
Incorporación a Iberian Sports Retail Group
La evolución seguida por este operador online no ha pasado desapercibida a ningún profesional en el sector. Menos todavía a Iberian Sports Retail Group, que semanas atrás rubricaba con Pladellorens y Corcuera un acuerdo para hacerse con el 80% de la compañía y sumarla al entramado del que ya formaban parte JD Sports, Sprinter y Sport Zone.
¿Qué supone para ustedes incorporarse a Iberian Sports Retail Group?
Representa una evolución lógica, pues asistimos a una concentración en el sector del deporte al igual que ocurre en otros mercados: bancos, supermercados, automóvil… Nuestra estructura está conformada por fondos de capital riesgo que buscan una salida a la inversión efectuada en su día. Llegó un determinado momento en que había que buscar una salida para financiar el futuro de la compañía y mantuvimos distintos contactos con partners candidatos.
«Escogimos el socio que mejor encajaba y con mayores expectativas de futuro»
Entre ellos Iberian Sports Retail Group.
Para Deporvillage escogimos el socio que mejor encajaba y con mayores expectativas de futuro. Enseguida detectamos que había mucho interés recíproco por las sinergias que podían establecerse.
¿Mantuvieron conversaciones con otros operadores de la distribución deportiva nacional?
Hemos entablado conversaciones con fondos de inversión y otros operadores de la distribución deportiva internacional.
«Nos apetece seguir y contribuir a que Deporvillage continúe creciendo»
Y decidieron reservarse el 20% de la participación en la compañía.
Para dar continuidad al negocio y al ‘management’. Para Iberian Sports Retail Group resultaba importante que nosotros permaneciéramos en el accionariado. Es un modelo de actuación que forma parte de su filosofía y que ya se observó en la adquisición de Sprinter. Por otra parte, a nosotros nos apetece seguir y contribuir a que Deporvillage continúe creciendo.
¿Qué aporta Deporvillage, principalmente, a Iberian Sports Retail Group?
Constituimos un complemento en el mercado online. Por otra parte, Deporvillage está más orientado al ‘performance’, al deporte activo, mientras que el negocio de Sprinter lo situaríamos en el ‘multisport mass market’ y el de JD, en el ‘lifestyle’. Por otra parte, aportamos un amplio abanico de referencias, unas 90.0000, además de disponer de catálogos especializados con los que ellos no cuentan, pues no resulta fácil poner en marcha un negocio online que cubra unos nichos muy determinados.
El ciclismo copa la mitad del negocio
El ciclismo es el fuerte de Deporvillage.
Sí: puede representar el 50% de nuestra cifra de facturación, aunque en invierno las actividades de outdoor (entre las cuales incluimos el esquí) adquieren mayor importancia. Pero también estamos presentes en el running o en la natación.
¿Cuáles han sido las claves del éxito de Deporvillage?
No hemos inventado nada. El éxito reside en la capacidad de ejecución. Hemos aprovechado la tendencia del comercio electrónico así como también de determinadas disciplinas deportivas que en estos años han adquirido un crecimiento notable. Otra clave sería que tuvimos la visión que teníamos que crecer y adquirir dimensión. Supimos anticiparnos en un entorno de mercado que no permite que existan demasiados operadores en el ecommerce deportivo.
«Nos concentramos en menos deportes y en menos países»
¿Qué les diferencia de sus principales competidores
Nos diferencia la concentración en cuanto a disciplinas y en cuanto a países. Nos concentramos en menos deportes y en menos países. De cara al consumidor final apenas existen diferencias.
También han desarrollado marcas propias.
Sí: Finisseur y DPV. Apenas suponen un 2% del global de la facturación, pero en sus rangos de producto tienen un peso específico considerable. Finisseur se encuentra en el podio de las tres marcas de equipación de ciclismo y goza de una buena aceptación entre los aficionados.
¿Contemplan lanzar nuevas firmas propias?
Tenemos previsto desarrollar otras marcas en distintas disciplinas, así como también potenciar DPV.
«Deporvillage dispone de su propio catálogo»
¿Existe la posibilidad de que Deporvillage ejerza las funciones de marketplace?
No nos lo planteamos. Hemos visto como varios competidores, incluido Sprinter, han recurrido a esa opción, pero Deporvillage dispone de su propio catálogo.
¿Cómo imaginaban que evolucionaría Deporvillage 10 años atrás, cuando pusieron en pie la compañía?
No teníamos visualizada una imagen. Cuando menos, no nos planteábamos un crecimiento tan espectacular. Pero bien es verdad que el sector ha adquirido un gran crecimiento y hemos sabido aprovecharlo. Nuestro proyecto no fue premeditado; nació de esa conversación informal con la iniciativa de Àngel, que trabajaba en Compras, y yo que lo hacía en el entorno tecnológico. No renunciamos a nuestras respectivas responsabilidades profesionales, por lo que, al principio, dedicábamos las horas libres a Deporvillage. A base de esfuerzo y de mucho tesón, el negocio empezó a coger tracción y pudimos dedicarnos plenamente a la compañía. Ahora contamos con 137 profesionales directos a los cuales hay que añadir centenar y medio en el almacén, para gestionar en torno a 5.000 pedidos diarios.
1,7 productos por pedido
¿Qué nos dicen los datos de esos pedidos?
Por término medio, cada pedido incorpora 1,7 productos y el ticket medio oscila entre los 80 y los 90 euros, sin incluir el IVA.
¿Ha habido cambios en el comportamiento del consumidor en este último año?
En el último año no ha variado ese ticket medio, a pesar de que sí hemos detectado muchos nuevos clientes y mucha introducción en el deporte de la bicicleta, con la selección de productos de primer precio. Si se ha mantenido el ticket medio es debido a que el ciclismo ha tenido un gran tirón. También ha crecido bastante el material para la práctica del fitness en interior, como rodillos o mancuernas. Lo más destacable reside en que muchos consumidores se han habituado a comprar a través de internet. El cierre de las tiendas de Decathlon, a causa de la pandemia, también nos benefició.
A por los 500 millones de euros
¿Con qué nos sorprenderá Deporvillage próximamente?
Con nuestra propuesta omnicanal. Prevemos disponer de tiendas físicas que optimicen la experiencia de cliente de nuestros consumidores, algo que ya nos habíamos planteado antes de la incorporación de Iberian Sports Retail Group pero que ahora resultará más factible por la experiencia de nuestros nuevos socios. Asimismo, a finales de año prevemos trasladarnos a nuestra nueva sede en Sant Fruitós de Bages, a escasos dos kilómetros de aquí. Y alcanzar los 500 millones de euros.
A nivel exportador, ¿qué objetivos se proponen?
Podemos vender en todo el mundo, salvo en algunos mercados en los que no podemos comercializar determinadas marcas. Confiamos en seguir creciendo en el exterior. Ahora mismo, España, Portugal, Italia y Francia son nuestros destinos principales.
«Vender nunca fue un problema»
En esta dilatada trayectoria, ¿cuáles han sido las principales dificultades a vencer?
Las dificultades las hallamos al principio. No resultó fácil empezar. Ahora todo va bien, pero nos enfrentamos a problemas tecnológicos que tuvimos que superar o, también, algunas reticencias por parte de entidades financieras a la hora de recabar apoyos. Pero vender nunca fue un problema.
¿De qué se sienten especialmente satisfechos?
De haber sido capaces de levantar esta compañía en un enclave como Manresa. En caso contrario, todo este material deportivo había sido vendido desde Alemania, desde Italia… Es una satisfacción poder generar negocio local, crear puestos de trabajo a tu alrededor y poder brindar formación y riqueza a la gente de tu entorno.